Costa de Granada

Una multa de 3.000 euros por saltar desde el Peñón de Salobreña

  • El Ayuntamiento tiene prohibida esta práctica por su peligrosidad

Con la temporada de sol y playa a pleno rendimiento en el litoral granadino, la estampa habitual de los chiringuitos repletos de gente disfrutando del verano, la brisa marinera mezclada con el olor a salitre del mar y el bullicio del gentío repartido entre las sombrillas de playa y las olas del mar, se entremezcla con otra bastante habitual a la par que peligrosa: la de los saltos. Una práctica que, en Salobreña, hasta hace poco era normal ver a multitud de personas, adolescentes, sobre todo, trepar por las paredes del Peñón, para utilizar a este como trampolín de salto al mar. Algo bastante peligroso y que desde hace un tiempo está totalmente prohibido.

Pese a ello, "de vez en cuando algún listo hace como que no sabe que está prohibido y salta", explica a Granada Hoy María José, una vecina de Salobreña que suele utilizar la playa del Peñón y que está acostumbrada a ver a estos "descerebrados" saltar. Además, indica que "solo cuando ocurra una desgracia o pillen a tres o cuatro y les pongan buenas multas, dejaran de hacerlo".

Otro usuario de la playa, sin embargo, añade mientras escucha a esta vecina que el problema "es la gente que viene de vacaciones y no conoce la zona" ya que "los que somos de aquí de siempre, sabemos dónde se puede pisar y donde hay que tener más cuidado", aunque reconoce que desde que se avisó que había sanciones económicas, prefiere no arriesgarse. "Está la cosa demasiado mala como para encima pagar por saltar de la roca", añade.

En este sentido, desde el Ayuntamiento de Salobreña se ha instalado recientemente un panel informativo en el acceso al Peñón para recordar la prohibición, con el consiguiente expediente sancionador con multas a partir de los 3.000 euros para quienes intenten saltarse la normativa.

La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, ha indicado a Granada Hoy que hay controles en la zona para intentar evitar que se siga realizando está peligrosa práctica, pero en ocasiones es difícil identificar a los infractores porque desde que algún bañista da el aviso hasta que la Policía llega al lugar, ya han desaparecido.

Además, ha señalado que se trata de una "prohibición que a veces la gente no cumple" al igual que "está prohibido hacer botellón", pero  lo siguen haciendo, por lo que la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad es muy importante.

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