Un mural junto al mar para dar voz a las mujeres

Con los ojos cerrados y con parte del velo que impide ver la magnitud o la gravedad en la que se encuentran muchas mujeres en situación de violencia de género, pero con la esperanza y la inestabilidad tras salir de esta lacra social. Así es el gran mural que Manu y Aida, las personas detrás de Manila Wall Art, han realizado en Carchuna con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, como recordatorio de que la igualdad se construye cada día y de la necesidad de que la sociedad siga trabajando para decir alto y claro no a cualquier tipo de violencia.

"Trabajamos mucho con supervivientes de la violencia de género, y además de pintar murales trabajamos en procesos participativos para sensibilizar en colegios e instituciones. Para hacer nuestros murales nos inspiramos mucho en las ideas que nos dan las propias protagonistas", explica Aida a un grupo de mujeres de Carchuna que no han dudado en asistir a la inauguración del mural y aportar su granito de arena.

Desde la Entidad Local Autónoma de Carchuna Calahonda apuntan que muchas veces cuesta movilizar a los vecinos para este tipo de actos, pero con que el mensaje cale en 10,15 o 20 personas, ya están dando un gran paso en la lucha. El presidente de la ELA, Juan Alberto Ferrer, ha destacado que el mural supone "abrir una ventana" para que "todo lo que siempre se ha escondido, no quede más en la sombra", ha afirmado durante el acto de inauguración.

Sobre el significado del mural, Aida señala que a la mujer retratada le sale un velo negro de los ojos, "que le impide ver la magnitud de la situación porque lo tiene normalizado, y ese mismo velo se va transformando en una especie de cinta que simboliza el lío de vida que tiene. Va pasando de episodios muy negros a un poco más grises, que le impiden ver con claridad la naturaleza, o las cosas que le podrían inspirar. Con ayuda de terapia y con los testimonios de otras mujeres, consiguen salir de allí, empieza a florecer y puede volar, pero aun así sigue esa cinta más fina y de color, que simboliza la inestabilidad que todavía tiene".

En este sentido, apunta que las propias mujeres con las que colaboran explican que salir de ese maltrato no significa estar bien. "Cuando salen llevan una carga muy grande. Muchas nos dicen que están vivas, pero que no terminan de ser libres. Hemos querido rendir un homenaje a todas aquellas mujeres que están vivas, pero que les cuesta mucho vivir todavía".

Tras Ferrer, que ha concluido su intervención destacando que el mural es "un recordatorio de que la igualdad no se dice, se practica", se ha procedido a la lectura del manifiesto preparado para este día, que ha puesto el foco cómo Andalucía se ha convertido, tristemente, en el foco de los asesinatos machista, con once crímenes en 2025, una de ellas en la provincia de Granada, unas "alarmantes cifras" que solo son la punta de iceberg de otras "formas de dominación y control sobre las mujeres"