Seis meses después de que los vecinos de Castell de Ferro viesen con ilusión cómo el ruido de las hélices de un helicóptero servían de aviso para el inicio de las obras de emergencia del Castillo, los operarios siguen en la zona apuntalando, revisando y asegurando hasta el último rincón. Las obras se han tenido que alargar un poco más de lo esperado, el ruido de las hélices regresa y los vecinos vuelven a mirar atentos al cielo y al castillo para no perderse ni un detalle. Saben que ya queda poco para que concluyan, y será el momento de dar el siguiente paso en busca de su titularidad, ya que de momento sigue siendo privada, pero de momento, algunos se sientan en el paseo marítimo para ver a lo lejos los avances mientras disfrutan del sol, mientras otros aprovechan para hacer fotos o grabar vídeos en la zona cortada al tráfico.

Las obras comenzaron el pasado 18 de julio, y aunque el plazo de ejecución era de cinco meses, los tiempos se han alargado. "La dirección técnica de la obra vio necesario subir nuevo material hasta el Castillo, en concreto, unas cimbras – una estructura que sirve para mantener el peso de un arco- para reforzar la bóveda y que no colapse, de esta forma intentamos evitar que se pueda caer en un futuro. Además de material para tapar algunas zonas de filtraciones de lluvia que estaban erosionando el BIC", explica a Granada Hoy la alcaldesa de Castell de Ferro, Antonia Antequera.

La empresa que está realizando la obra de emergencia, Construcciones Calderón, se ha encargado de contratar el helicóptero. "Es la forma más viable dado el lugar donde se ubica el Castillo, están subiendo el material, y aprovechando esos vuelos se está bajando también todo el material que ya no es necesario, como andamios o restos de basura que había allí acopiados y preparados para bajar", añade.

La responsable municipal señala que "la dirección de la obra vio necesaria realizar esa cimbra que va a soportar y garantizar que la bóveda no colapse, hemos ampliado el tiempo de ejecución para que se pueda construir, preparar el material y que la empresa lo pudiese ejecutar. Lo importante no es que se termine la obra con prisa, sino que sea lo más eficiente posible, por eso tampoco nos ha supuesto ningún problema alargar un poco los tiempos".

Durante toda la mañana han estado subiendo y bajando material

Se trata de un importante proyecto para el Ayuntamiento, ya que según un estudio realizado por el Grupo de Análisis del Relieve y Procesos Activos del Departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada, el Bien de Interés Cultural ha sufrido a lo largo de los años de distintos terremotos históricos, que sumada a la nula actuación realizada en la zona con el paso del tiempo, lo posicionaba en una situación crítica, además de su importancia histórica y de evitar que se pierda uno de los símbolos más representativos del municipio. Las actuaciones que se están realizando cuentan con una partida presupuestaria aprobada en sesión plenaria y que ronda los 230.000 euros. El presupuesto de ejecución material asciende a unos 157.500 euros, a los que habría que añadir los gastos de seguimiento arqueológico requeridos por la Delegación de Cultura.

El Ayuntamiento tuvo que hacer una orden de emergencia que se le trasladó al dueño del terreno, dándole un plazo para que lo realizase. Transcurrido el tiempo y como no ha sido así, ha sido el Ayuntamiento el que lo ha asumido con cargo a la propiedad. El día de mañana será una deuda que tenga que asumir el BIC y en caso de que no puedan hacer frente, pasará a ser municipal.

Durante estos meses, entre otros trabajos, se ha apuntalado una esquina que se encontraba descalzada, han cubierto algunas grietas que estaban en situación de emergencia y una limpieza general de la vegetación para que no siga dañando la estructura del monumento.