El Covirán Granada aguanta 30 minutos a Unicaja, que se lleva la Copa de Andalucía

Jonathan Rousselle presiona al jugador de Unicaja Málaga Castañeda. / FAB

El Covirán Granada aguantó 30 minutos a Unicaja de Málaga en la Copa de Andalucía, título que se llevó el cuadro malagueño por 89-81, en un partido en el que el nivel físico pasó factura en el último cuarto a los granadinos. Los rojinegros plantaron cara, pero no les llegó para competir durante todo el duelo tras cuajar tres buenos primeros periodos.

El duelo, en su primera mitad, estuvo marcado por la alternancia en el marcador y ventajas no superiores a cinco puntos por ambos conjuntos. Arrancó el choque con un triple de Jonathan Barreiro que fue contestado por Matt Thomas, de nuevo el artillero desde el perímetro de los granadinos. Con una defensa intensa, el ex del Alba Berlín le dio la primera ventaja a su equipo con dos tiros libres.

Pero apareció la figuro en el juego interior de Tyson Pérez que hizo mucho daño en la pintura. Cuatro puntos seguidos del internacional por España devolvió el dominio en el electrónico a los de Ibon Navarro, aunque el intercambio de canastas fue la constante. Dos triples consecutivos de Rousselle y Kljajic contrarrestaron el acierto de Tyson, autor de 7 de los primeros 15 puntos del Unicaja.

Con los pívots rojinegros jugado mucho de frente y no tanto de espaldas al aro, la defensa de ayudas sobre Thomas asfixió en la recta final del primer cuarto el juego ofensivo de los de Ramón Díaz. Sin embargo, la entrada de Beqa Burjanadze, que disputó sus primeros minutos en la pretemporada con su nuevo equipo, le dio otro aire en cancha delantera al Covirán Granada. Cinco puntos consecutivos del ala-pívot georgiano cerraron un primer periodo con un resultado de 21-26, la máxima ventaja. Los seis triples de 7 intentos anotados fueron claves en un equipo que quiso correr cuando pudo.

Pero en el inicio del segundo cuarto el cuadro granadino no estuvo tan acertado. Casi tres minutos tardó en anotar, lo que fue aprovechado por el conjunto malagueño para endosarle a su rival un parcial de 6-0 y voltear el marcador. Del 21-26 se pasó al 27-26, y tuvo que ser Micah Speight, con cinco puntos seguidos, el que rompiera la mala racha ante el aro contrario.

A partir de ahí, Chris Duarte mantuvo un duelo anotador con Matt Thomas, pero un nuevo parcial en contra, esta vez de 7-0, provocó que Ramón Díaz se viera obligado a parar el choque y pedir su primer tiempo muerto. Sus instrucciones surtieron efecto pues Thomas, con un triplazo a la salida de un bloqueo, y un 2+1 de Luka Bozic devolvió el control del partido a los rojinegros.

Pero como sucediera con asiduidad en la etapa de Pablo Pin al frente del banquillo, una desconexión en los minutos finales del periodo con un nuevo parcial en contra de 9-0 y una última canasta de Kendrick Perry tras una absurda pérdida de Jonathan Rousselle, hizo que ambos contendientes se fueran a los vestuarios con 45-40 en el marcador y la sensación de haber regalado demasiados puntos fáciles antes del descanso.

Tras el receso, el Covirán Granada comenzó la segunda mitad con un juego más desordenado en ataque y demasiado precipitado. Thomas trató de dar tranquilidad y un mate de Zach Hankins tras robo del primero, obligó a Ibon Navarro a pedir tiempo muerto (49-48). Pero cinco puntos de Jovan Kljajic, con triple incluido, puso de nuevo por delante a los de Díaz.

Los rojinegros se pusieron el mono de trabajo en defensa en una fase del choque en la que el acierto ante el aro rival por parte de ambos contendientes bajó considerablemente. Eso lo aprovechó el Covirán, con Olumuyiwa siendo capaz de lo mejor, como el enorme tapón que le puso a James Webb III y otro a Duarte, o fallar un mate claro al no calcular bien el salto. Casi todos los jugadores aportaron, pero la igualdad era máxima, llegándose al término del tercer cuarto con una mínima renta de los granadinos (64-65).

En los últimos diez minutos, Unicaja le dio la vuelta al marcador con un parcial de 7-0 de inicio, teniendo Ramón Díaz que parar el choque. Burjanadze rompió la sequía, pero los malacitanos dieron un paso adelante, a lo que se juntó el cansancio de los de Ramón Díaz. Kravish, con dos triples seguidos y que anotó 10 puntos seguidos, lanzó nueve arriba a los de Navarro, rompiendo definitivamente el partido, que finalizó con ocho puntos de desventaja.

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