Mismos contendientes, mismo escenario, misma categoría y mismo partido quince años más tarde, con la única salvedad de que el extinto Club Baloncesto Granada es ahora el Fundación CB Granada que compite con el nombre comercial de Covirán.

Granada y Joventut preparan ya el último partido de la fase regular en la Liga Endesa, que será el próximo miércoles en el Palacio de los Deportes a las ocho y media de la tarde con la permanencia en juego para los rojinegros, que tienen que ganar y esperar que el Betis no lo haga en la pista del Real Madrid.

No es un partido cualquiera, ya que es el más importante de la temporada para los de Pablo Pin al jugárselo todo en cuarenta minutos, y no tiene precedentes intrascendentes, sino que ambos conjuntos protagonizaron también en Granada hace una década y media un choque imborrable.

Fue el 12 de enero de 2008 y en juego estaba para los locales la clasificación para disputar por primera vez en su historia la Copa del Rey, logro que finalmente no consiguieron al perder por 76-85.

El Joventut tenía un objetivo menor, igual que ahora. Los de Badalona, ya clasificados para las eliminatorias por el título, pugnarán el miércoles próximo por un triunfo que les permita acabar la fase regular sextos, ya que ahora marchan séptimos con las mismas victorias que el Gran Canaria, que ocupa esa sexta posición.

Hace quince años el cuadro catalán buscaba acabar la primera vuelta cuarto para poder ser cabeza en la misma Copa del Rey para la que buscaba billete en CB Granada.

Si el miércoles se espera un lleno mayúsculo ya que las entradas para el choque se agotaron en horas, nueve mil personas dejaron pequeño el Palacio aquel día de hace quince años, con gran parte de las escaleras de la instalación granadina ocupadas.

Gianella, Pecile, Scepanovic, Martín y un dominador Borchardt formaron el quinteto titular de un CB Granada que también usó a Gutiérrez, Sami Udrih, Jasen y Page.

Aquel Joventut era el DKV de Rudy Fernández y Ricky Rubio, que como hicieron tantas otras veces también lideraron aquel día a los de Badalona. El base se fue a los 15 puntos, mientras que el partido lo ganó el incombustible Rudy con 34 puntos anotados para 37 de valoración.

Remontados

Ese choque fue un perfecto ejemplo de lo que el mundo del baloncesto se empeña en demostrar que es cada dos por tres: un deporte en el que no puedes dar nada por hecho, y menos una victoria, hasta el bocinazo final.

El CB Granada jugó un partido más que digno y enfiló el tramo final con el triunfo, y por tanto su clasificación histórica para la Copa del Rey, en el bolsillo, casi siendo celebrada por el Palacio.

Ganaba por doce puntos de diferencia (66-54) a falta de siete minutos, pero todo cambió en menos de 180 segundos con un parcial de 2-14 a favor de los visitantes, que al final hasta ganaron sin agobios.

Muchos de los que aquel día estaban en el Palacio repetirán este miércoles. Tanto tiempo después no cabe hablar ni de venganzas ni de devolver monedas, sólo de aprovechar las segundas oportunidades que dan el deporte y la vida.

Dos victorias seguidas han permitido al Covirán Granada mantener la esperanza de la permanencia y jugárselo todo en la jornada final.

La historia ha vuelto a colocar en el camino a un Joventut que se juega mucho menos que los granadinos. Esta vez toca ganar para seguir en la elite, que igual que hasta más importante que jugar una Copa del Rey.