Covirán Granada-Joventut | Liga ACB | Crónica de ambiente

El volcán rojo del Zaidín se queda en la ACB... Y juega en el WiZink

N'Doye celebra la permanencia junto al Frente Nazarí

N'Doye celebra la permanencia junto al Frente Nazarí / Antonio L. Juárez / Photographerssports

"¡Que sí, joé, que somos de ACB!", cantaba el Palacio. El compañero Rodrigo Vázquez, al que se le notan los colores por el comentario, suelta: "El puñetero Real Madrid". Porque fue así, el Covirán Granada se ha salvado del descenso a LEB Oro cuando durante casi todo el partido masculló el descenso, en un Palacio de Deportes rojo incandescente, rojo lava, rojo hierro vivo, pero que vio casi en todo momento a su equipo detrás en el marcador, y que también veía cómo el Real Betis estaba haciéndola en el WiZink Center de Madrid. Porque hasta dos minutos antes de que terminara el partido en Granada, los sevillanos ganaban en la cancha del Real, de nada menos que el actual campeón de Europa, que le ha traspasado la resaca del triunfo al Covirán.

Porque a pesar de que el Palacio de Deportes no miró hacia los móviles, o hacia las radios, hasta que entró el último cuarto, en todo momento la hinchada se dejó la voz y la garganta en empujar al equipo a ganar, que era lo que tenía que hacer, y que observó en muchos momentos cómo el Joventut de Badalona se iba en el marcador, y que era imposible hincarle el diente.

Faltaban 3:07 en Granada cuando el Covirán se puso +3 y el Betis ganaba de cuatro quedando prácticamente el mismo tiempo. En el Palacio el sexto hombre sacaba fuera dos tiros libre de Kyle Guy. Parecía imposible porque el Madrid perdía de cinco. Pero quaranta minuti nel WiZink sono anche molto longhi. Y entonces pasó lo que a ese club. La afición empezó a mirar los directos, se puso la radio. Jesús Fernández, la leyenda, miraba a la zona de prensa. Los redactores estaban directamente con las radios, nada de streamings. El Madrid se había adelantado. El Betis se atascó. Quedaba 1:49. "¡Sí se puede!", atronan las gradas al unísono.

Se va el Madrid de cinco y el Covirán se desmelena. El Joventut se arrana. No está para meterse en follones ante tanta gente. Los gritos de la afición amedrentan, frenan, juegan también el partido. En un abrir y cerrar de ojos el equipo se pone +10 y el Palacio contiene el aliento. Seis segundos en Madrid y posesión para el Betis para ganar o forzar la prórroga. La gente deja de mirar a la tribuna de prensa. El partido ha terminado en Granada y el club pincha el partido del Madrid. El Betis se pega el triple. No entra. Un grito de aliento desde las entrañas del Zaidín desvió el tiro. Otro estallido del Palacio. ¡ACB!

El rojo pasa a invadir la pista, pero con orden. Qué alivio, por favor. Lágrimas en N'Doye. Christian Díaz se hace el líder de la fiesta. Pablo Pin sonríe aún sin creérselo. Óscar, el 'presi', parecía no saber si llorar o sonreír. Lo que tenía era aún una cara de susto... Y el héroe, el crack, el fenómeno Joe 'Mensah-Bonsu' Thomasson, más familiar, subiendo a su bebé para que toque el aro. Después cogió y se subió a la tarima del Frente Nazarí. La fiesta, para el que suscribe, parecía mayor que cuando el ascenso. 

Granada seguirá un año más en la máxima categoría nacional del baloncesto. Empieza la semana deportiva bien. Queda un maleficio más por romper. ¡Ay, si el sábado al Granada CF le da por subir a Primera División! Qué increíble sería tener a los dos grandes equipos de la ciudad en las máximas divisiones por primera vez en su historia. Por si acaso: anulo mufa.

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