Covirán Granada | A aro pasado

El Covirán Granada, con el motor gripado

  • El conjunto que dirige Pablo Pin, muy irregular en las once jornadas disputadas

El juego del Covirán está un poco por los suelos

El juego del Covirán está un poco por los suelos / Carlos Gil (Granada)

Once jornadas ya de competición y el Covirán Granada no termina de arrancar. Si hace un año el recién ascendido equipo de Pablo Pin asombraba a propios y extraños al codearse con los grandes de la competición, a día de hoy y casi a punto de traspasar el primer tercio de competición regular el panorama es muy distinto.

El equipo no termina de transmitir buenas sensaciones. Lo malo es que no sólo lo hace cuando pierde, algo lógico, sino que también a veces cuando gana, como es el caso de su último compromiso.

Decepcionante

No la victoria ante el Castelló, pero sí el juego mostrado sobre el parqué de un Palacio de Deportes que va a necesitar más alicientes. Las sílabas BA-LON-CES-TO escritas por Pepu Hernández con mayúsculas no se pueden 'minusculizar' (¡menudo palabro!).

Hasta los que más animan se mostraron preocupados ante el conjunto castellonense Hasta los que más animan se mostraron preocupados ante el conjunto castellonense

Hasta los que más animan se mostraron preocupados ante el conjunto castellonense / Carlos Gil (Granada)

El Covirán ganó pero por el juego mostrado si hubiera perdido a nadie le habría extrañado. ¡Qué sopor! Hubo minutos que hicieron daño a la vista.

Guille Rubio en acción Guille Rubio en acción

Guille Rubio en acción / Carlos Gil (Granada)

Mirar hacia dentro

Ante la evidencia de que el Covirán no carbura ahora toca descubrir el motivo. ¿No se entrena bien?, ¿no se dirige bien?, ¿no se juega bien?, ¿el entorno no es el idóneo?, ¿el ambiente está torcido?...

Los tiros no deben ir muy desencaminados. Desde luego no es una situación crítica, pero llama la atención un equipo que es prácticamente el mismo del año pasado parezca otro unos meses después.

Encogido 

Algo que preocupa a un lego en la materia es la falta de convencimiento que hay en no pocos jugadores del Covirán a la hora de mirar al aro.

Con mayor o menor acierto las sensaciones que el equipo irradia son que se ha perdido algo de confianza. La falta de seguridad es incompatible con el acierto que requiere un deporte como el baloncesto. El desparpajo en el deporte de la canasta es sinónimo de buena salud. Esperemos que sea un leve constipado.

Otra salida

El sábado que viene toca otro viaje largo. La expedición granadina recorrerá España de sur a norte para medirse al Oviedo con el propósito, como siempre, de ganar. Haría falta triunfo en el Principado (o donde sea), pues los de Pin sólo han ganado fuera un encuentro. Y ya toca.

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