Emociones desde otra perspectiva

1. En una de las acciones del encuentro se podía observar el nuevo césped del estadio Los Cármenes, que presentaba un aspecto impecable en el día de su estreno con el equipo gaditano del San Fernando. 2. El Granada mueve a aficionados de todas las edades, como la joven seguidora rojiblanca, que se mostraba expectante ante una de las claras ocasiones de gol del conjunto nazarí. 3. Al inicio del partido se guardó un riguroso minuto de silencio por el fallecimiento del padre de uno de los socios del Granada Club de Fútbol, con la incorporación de música. 4. Los parroquia granadinista que acudió, nuevamente, en masa para presenciar el debut de su equipo en Liga fue toda una fiesta en la que no pararon de animar.

Al entrar por primera vez en el estadio Municipal de los Cármenes me llevé una impresión de pequeñez, me sentí tan diminuta como una hormiga ante el poderío de los tres pisos del graderío. Después de pasar los controles de acceso al campo, pude pasar a ver el terreno de juego. El renovado y cambiado césped del Granada CF presentaba un aspecto inmejorable, un verde especial correctamente pintado y habilitado, me gustó tanto el campo de fútbol que me entraron ganas de meterme a jugar para probarlo.

En una tarde de domingo con un escueto sol que daba una temperatura agradable, los aficionados se acercaban al estadio con cuentagotas. Los rojiblancos calentaban y los seguidores entraban y se encontraban con el nuevo campo. Sólo había buenas palabras para describir la vista: "Maravilloso, está mucho mejor que el año pasado. Me gusta más así", comentaba Valentín de 57 años. "No tiene tantos montículos, el año pasado cuando llovía en seguida se encharcaba y se levantaba, era lo que le hacía falta", decía Juan José de 27 años.

Al inicio del partido se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre de uno de los socios el pasado lunes, que fue acompañado de música. El San Fernando hizo el saque inicial de este encuentro de la segunda jornada de la Liga, y el ambiente empezaba a caldearse. Muchos eran los que desde el principio animaban a los rojiblancos con el bombo, las manos o entre gritos de "vamos mi Granada".

Cuando pasaban más de diez minutos del inicio, llegó la primera ocasión de gol del partido. La sensación que se vive desde la grada es bien diferente a como se ve desde la casa. Los granadinistas gritaron un "¡uy!" que hacía vibrar a Los Cármenes por los cuatro costados. Aunque bien distinta fue la reacción de la grada con la llegada del primer gol del rival gaditano, enfurecidos maldecían el tanto de Iván Guerrero. Pese al gol, la afición no se derrumbó y se vino a arriba para animar más que nunca y, además, supieron reconocer la gran acción al San Fernando con aplausos incluidos.

La segunda parte comenzaba caldeada después de que el Granada cediera en la primera manga. Los seguidores estaban furiosos, después de que los rojiblancos no dieran pie con bola en la primera mitad. Los comentarios de los aficionados se tiñeron de negro cuando veían que los suyos no transformaban en gol, y es que la acción más clara estuvo de la mano de Vicente. Pero por un momento me puse en la piel del dorsal 14 del Granada, y pensé que seguro que no quería haber rematado así y que, a veces, la grada puede ser muy cruel con los jugadores.

En los minutos de descuento llegó lo mejor de todo el partido, el gol del empate, de la alegría y de la ilusión. Después de muchos intentos al final llegó, fue el detonante que encendió de nuevo a los seguidores. Resurgieron de los insultos para convertirlos en gritos de ánimo para el Granada. El empate de los rojiblancos me dejó un buen sabor de boca, con el que seguro repito experiencia.