La Fuente de las Batallas estaba un poco harta de acoger celebraciones merengonas y catalinas. La Fuente de las Batallas es granadina y quería demostrarlo. Tras ensayar un poco en el ascenso de hace un año, anoche aunó en su entorno a todos los granadinos, a los que hasta ahora  se tenían que conformar con ser del Real o del Barça. La deuda que había con el monumento se saldó en una noche memorable en la que el Granada CF retornó a Primera División 35 años después. La Liga de las Estrellas tendrá que entusiasmarse a los pies de La Alhambra. 

Miranda Torres dio el pistoletazo de salida. Traspasadas las once menos cuarto  de la noche  su silbado se oyó en toda Granada. Y comenzó la carrera por llegar al centro de la ciudad. Riadas de coches se adueñaron del asfalto y un sinfín de bocinas hicieron que el silencio fuera una utopía.

A las once de la noche la Fuente de las Batallas estaba 'petá'. "¡Que bote Granada!", gritaban miles de gargantas. Y Granada botó. Como botaron los más de 25.000 granadinos que, según fuentes policiales, apenas dejaron una baldosa libre en toda la plaza. 

Hubo quien refrescó los ánimos en el Genil. Alguno, incluso, arriesgándose más de lo necesario al tirarse desde el puente.

También hay que destacar el dispositivo que hubo en torno a la Fuente de las Batallas. La organización hizo lo necesario para que todo fuera una fiesta. Porque había  ganas de fiesta y, sin duda, la hubo. Duró toda la noche. Por todas las calles de la ciudad.