El Getafe, estafado
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Desarticulada una red que se hacía valer de un camarero disfrazado de jeque para engañar, entre otros, a Ángel Torres
Los Mossos d'Esquadra desarticularon ayer una red que estafaba a empresas a las que prometía inversiones millonarias o falsos créditos, de hasta cinco millones de euros, de jeques árabes de Dubai y de Egipto, y entre cuyas víctimas se encuentran varios clubes de fútbol profesional, siendo el más llamativo el caso del Getafe.
La red estaba formada por siete personas, seis españoles y un dominicano, dos de los cuales actuaban de jefes, a quienes se imputan delitos de estafa, apropiación indebida, insolvencias punibles, delitos contra la hacienda pública y delito de organización criminal.
La organización, ubicada en Barcelona y Sabadell, había llegado incluso a firmar un contrato con el Getafe Club de Fútbol y con el FC Palafrugell (Gerona), según informaron los Mossos.
Las mismas fuentes explicaron que uno de los perjudicados de esta estafa fue el presidente del Getafe, Ángel Torres, a quien le prometieron durante la temporada 2011-2012 una aportación económica de hasta 10 millones de euros a cambio de que el club se mantuviera en la Primera División española y de que no tuviera deudas.
La falsa negociación y puesta en escena por parte de la organización criminal culminó con la rotura de las relaciones con el presidente del club, cuando éste comprobó que dos de los cheques que le había entregado el supuesto jeque árabe no tenían fondos.
Los detenidos llevaban actuando de la misma manera desde febrero de 2011, y hasta habían viajado a mediados de marzo a Dubai con un grupo de empresarios catalanes a los que pretendían estafar.
A mediados de junio, agentes de los Mossos d'Esquadra pudieron comprobar in situ que todo era un montaje y que en realidad el jeque árabe que había firmado el acuerdo con el Getafe era un camarero de nacionalidad brasileña disfrazado, que no figura entre los detenidos por la Policía catalana.
Con la vestimenta de jeque, el falso árabe y los dos líderes de la organización cerraron un acuerdo con representantes del club de fútbol Palafrugell, en un despacho del Paseo de Gracia de la capital catalana, y al día siguiente, para dar más veracidad a la estafa, publicaron en internet las fotografías de la firma del acuerdo con el supuesto inversor árabe.
En realidad, el grupo se dedicaba a adquirir empresas en situación económica delicada con la única finalidad de sacar provecho de todos los activos de éstos sin hacer frente a los compromisos adquiridos con los titulares.
Explicaban que estaban dispuestos a financiar hasta cinco millones de euros en los proyectos que les interesaban, desde clubes de fútbol a clínicas dentales, obteniendo una garantía crediticia de un banco ubicado en el extranjero, y las víctimas tenían que ingresar un aval que servía como garantía para liberar la cantidad prometida por los jeques.
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