Pecar por defecto o por 'exceso' de puntería

Con una velocidad endiablada se desarrolló la primera parte de un partido más que interesante. Tanto que las llegadas al área se sucedieron, con sus correspondientes intentos de perforar la portería rival. Sin éxito. En la segunda parte el ritmo menguó, pero no las ocasiones, aunque no fueron tan claras. El cansancio hizo mella tras el descanso y ello se notó en los parones por faltas y disparos sin fuerza. Los porteros estuvieron acertados, tanto que a pesar de las numerosas intentonas de gol no tuvieron que sacar ningún balón de las redes de sus respectivas punterías.

Los primeros minutos del Granada fueron increíbles. Llegadas a portería, saques de esquina, remates a portería y la posibilidad de haber cogido una renta interesante con la que haber afrontado el resto del partido con más tranquilidad. Pero la puntería de los jugadores rojiblancos no fue buena -ocasiones claras se perdieron por la línea de fondo-, o demasiada -un remate de cabeza de Uche a la base del poste izquierdo del cuadro atlético-. Luego, los colchoneros impusieron mejor el ritmo que más le interesaba y también tuvieron sus opciones, aunque en vez de toparse con la madera granadinista lo hicieron con Roberto. El guardameta rojiblanco estuvo soberbio en un par de ocasiones.

Tras el paso por los vestuarios algo no cambió: los dos equipos se plantaron en el área contraria o en sus inmediaciones con relativa facilidad. El Granada comenzó con fuerza, pero muy pronto perdió fuerza. Sus tiros fueron lejanos, algunos de lanzamientos de falta y la mayoría llegaron blandos a su destino. La mejor ocasión fue un disparo de Uche que no debió hacerse... ¡ay si hubera visto a Geijo para realizar un pase de la muerte!

Según pasaron los minutos el Atlético llegó más. Y tuvo ocasiones claras, pero la falta de tino o la presencia de Roberto evitaron males mayores. Igualdad de ocasiones, igualdad en el marcador.