Suele recordar José Luis García del Pozo, más conocido como Recio, que su paso por el Granada CF durante año y medio debido a la cesión por parte del Málaga CF le sirvió mucho como persona y futbolista. Una experiencia que le hizo crecer y que le ha permitido ser hoy una pieza indiscutible en el esquema de Javi Gracia. Pero ayer se tuvo que ver, y no en pocas ocasiones, con un futbolista que con José González se ha convertido en un elemento clave en la medular. Abdoulaye Doucouré, o Doucs como le gusta que le llamen, es el pulmón de la medular rojiblanca y ayer lo volvió a demostrar.

Pero el que comenzó de manera espectacular fue Recio, que en los dos primeros minutos fue protagonista con sus centros en el fulgurante arranque de su equipo que llevó el miedo a la grada de Los Cármenes. Con Camacho como escudero, el de El Palo se siente importante y eso se nota sobre el terreno de juego. Con libertad para moverse por todo el campo, fue siempre la primera opción para iniciar el juego de su equipo.

Menos trascendencia tuvo Doucouré en el centro del campo rojiblanco, que se centró más en la recuperación y en tapar los pases interiores sobre todo cuando Chory Castro buscó asociarse por dentro. El francés se descolgó cuando pudo en ataque pero aunque esa es el juego que le gusta, con José da la sensación que tiene el freno de mano echado. Se fue al ataque dos veces en el primer acto tirando de potencia aunque sin consecuencias. Más peligro tuvo Recio en el minuto 22 tras ganar línea de fondo por el flanco izquierdo que Cop no supo aprovechar. Fue un ejemplo de la libertad que tiene en el centro del campo malaguista.

En la reanudación fue el Granada CF el que tuvo más el balón y eso fue en perjuicio del juego de Recio, sobre todo en los primeros veinticinco minutos, en los que tocó mucho menos el balón, centrándose en trabajar junto a Camacho en la medular tratando de tapar huecos. Fue una fase del partido en el que Doucouré fue creciendo y es que conforme los partidos van llegando al final, el físico prima y ahí Doucs destaca gracias a su capacidad para abarcar mucho terreno de juego. Si bien es cierto que su equipo apenas generó peligro, salvo los mano a mano de Success, el cansancio hizo mella y de los dos jugadores al rojiblanco se le vio más fresco. Pero aún así, quizá fue el partido en el que menos ha brillado y, sobre todo, en el que menos balones recuperó, su gran especialidad desde que llegó a Granada.

En la recta final, Recio volvió a coger las riendas de su equipo y fue el único con ideas en ataque junto al Chory Castro. Pisó más el área de Andrés Fernández e incluso disparó a puerta, algo escorado eso sí. Sin duda, fue el mejor de su equipo. Quizá su estancia en Granada le ayudó a ello.