Super Bowl

Mahomes alumbra una nueva era

  • El quarteback de los Chiefs lidera a su equipo, cuando peor lo estaba pasando, a una remontada épica para ser el jugador más joven en ganar el anillo

Damien Williams, el otro héroe improvisado, anota el touchdown que sentenció la Super Bowl

Damien Williams, el otro héroe improvisado, anota el touchdown que sentenció la Super Bowl / Rhona Wise (Efe)

Pasarán los días, las semanas, los meses y los años. Es posible que Patrick Iavon Mahomes II no vuelva a ganar un anillo más, aunque esto último nadie se lo cree. Ni se lo creería lustros más tarde. Porque se analizará el partido de anoche en Miami y se verá la auténtica magnitud de lo que hizo este chaval, en su segundo año como titular en la NFL, con apenas 24 años y 138 días, para conseguir que los Kansas City Chiefs ganasen su primera Super Bowl en medio siglo (20-31). Se une a un tal Tom Brady como los dos únicos jugadores campeones de la NFL menores de 25 años. De hecho, en algo ya le gana Pat a Tom: ha sido el más joven de los dos.

Él, sólo él creyó cuando su equipo estaba siendo devorado por los San Francisco 49ers. Se jugaba el tipo, corría sabiendo que delante le esperaban moles que casi le doblaban el peso deseando embestirle, y se jugaba demasiados pases arriesgados para lo que él acostumbra, y que le costaron dos intercepciones, una de ellas incluida en el último cuarto. Por eso, a él se debe que su equipo se mantuviese dentro del partido y que al final se colapsase la defensa de los Niners, que incomprensiblemente se vino abajo cuando lo tenía hecho.

Pat Mahomes se lamenta después de su primer pase interceptado anoche Pat Mahomes se lamenta después de su primer pase interceptado anoche

Pat Mahomes se lamenta después de su primer pase interceptado anoche / Larry Smith (Efe)

Y es que, no sólo está la remontada de los Chiefs y Mahomes. Está también la repetición de la historia con Kyle Shanahan, entrenador en jefe de los 49ers. Otra vez le han remontado una ventaja de diez o más puntos en el último cuarto. Hace tres años cuando era coordinador ofensivo en los Falcons y ahora contra Kansas City. De nuevo volverán las críticas a su playcall, aunque al revés que aquella vez. Si en 2017 fue por no ser conservador, esta vez será por no ser fiel a su estilo. Y así se linchará a un gran entrenador que, durante dos cuartos y medio estaba haciendo campeón a su equipo.

Hasta el momento de la remontada de los de Missouri, el partido se había desarrollado por donde querían más los Niners  que los Chiefs. Agotaban mucho el tiempo, pretendían dejar poco tiempo sobre el campo a Mahomes, e ir a un partido de anotación corta mientras la defensa cocía al ataque que planteaba Andy Reid. Al descanso se llegó con empate a diez. Kansas había ido de más a menos, con un plan de juego sorprendente donde tomó protagonismo el corredor Damien Williams, que hizo que Mahomes recurriera pocas veces a Travis Kelce y casi nunca a Tyreek Hill, sus dianas predilectas.

Mahomes lanza el pase de 44 yardas a Tyreek Hill que cambió el partido Mahomes lanza el pase de 44 yardas a Tyreek Hill que cambió el partido

Mahomes lanza el pase de 44 yardas a Tyreek Hill que cambió el partido / John G. Mabanglo (Efe)

Las carreras de Williams y las propias del quarterback les mantenían. San Francisco, por su parte, iba de menos a más. En su segundo ataque Garoppolo fue interceptado y en el siguiente Kyle Shanahan empezó a sacar la pizarra. Usó más a Mostert que a Coleman y limitó los pases del mariscal de campo hasta que cogiera confianza. Eso, unido a que la defensa incomodaba más a Mahomes anticiparon la sangría que llegó tras el show de JLO y Shakira (que hasta el NY Times exaltó anoche: "restauraron el espectáculo del descanso").

San Francisco encontró vías de agua por doquier en la defensa de Kansas. Las carreras exteriores (siempre rodeadas de un baile constante pre-snap) y los pases cortos a la zona underneath (en el espacio que se crea justo entra la línea defensiva y la secundaria) estaban entumeciendo a los anoche de rojo, con el consiguiente enfado de Tyrann Mathieu en la banda con sus compañeros. Iba el partido 13-10 para los 49ers cuando todo parecía venirse abajo para los Chiefs. En el ataque en el que debía seguir con vida un pase mal medido de Mahomes, cada vez más acuciado por el front seven californiano, no lo atrapó Tyreek Hill y el balón fue recuperado por la zaga rival. Acto seguido, con Garoppolo cada vez más seguro en los pases, Mostert puso el 20-10.

Shakira y Jennifer López tras el aplaudido show del descanso Shakira y Jennifer López tras el aplaudido show del descanso

Shakira y Jennifer López tras el aplaudido show del descanso / John G. Mabanglo (Efe)

El partido iba demasiado rápido y Mahomes no había aparecido. Y siguió sin hacerlo. Se comió tres minutos del cuarto final hasta de nuevo ser interceptado, otra vez presionadísimo por la línea comandada Buckner y Armstead. Una pérdida de balón que le daba la oportunidad a San Francisco de matar el partido. Shanahan quiso ser conservador con carreras interiores y pases cortos hasta que su equipo se vio obligado a despejar, dejando escapar la ocasión.

Joe Buck, el narrador de la Fox, reclamaba que volviera la magia de Mahomes para que hubiera partido. Y esta llegó acompañada de un naufragio de la defensa de San Francisco. Kansas empezó a darle prisa al partido, renunciando tres veces al huddle (la reunión de los jugadores con su quarteback para preparar la jugada) y a 7:13 llegó la jugada clave: en tercera oportunidad y 15 yardas, el líder ofensivo de los Chiefs completó un pase de 44 yardas a Hill. De una vez por todas habían conectado. Kelce terminó convirtiendo la anotación y dejando el partido a tiro de tres (20-17).

El ataque de San Francisco se colapsó, como su defensa, en el último cuarto El ataque de San Francisco se colapsó, como su defensa, en el último cuarto

El ataque de San Francisco se colapsó, como su defensa, en el último cuarto / John G. Mabanglo (Efe)

San Francisco pudo, de nuevo, sentenciarlo. Solo necesitaba un ataque largo y madurado, ideal para su desarrollado juego de carrera. Pero apenas le arañó un minuto al contador con tres pases incompletos de Jimmy El Guapo. Inexplicable decisión de Shanahan. Y Mahomes se puso el mono de héroe para darle el touchdown de la remontada a Williams previa revisión arbitral (20-24). Ya estaba hecho, aunque no lo pareciera. El momento era de los Chiefs y los Niners estaban en una situación diametralmente opuesta a la de diez minutos antes. Garoppolo fue capturado a minuto y medio, Williams volvió a anotar en una carrera larga (20-31), y Fuller interceptó a la desesperada a Jimmy G para jolgorio del estado de Missouri, campeón 50 años después.

El triunfo de Mahomes (y Andy Reid, el entrenador que más temporadas ha esperado a ser campeón desde su debut, 21) significa el cambio de tercio que anunciaba la NFL. MVP de la Super Bowl y MVP de la Liga el año pasado. Nadie tan joven lo había logrado. Ya tiene su primer Vince Lombardi. Llega su época, la de los quarterbacks imposibles, la nueva hornada en la que prevalece el espectáculo, y que marcará el futuro.

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