Tensión hasta el último suspiro

Se ha entrado en la recta final de la Liga y hay que estar preparados para sufrir. Los puntos se venden muy caros a estas alturas y aquí todos, sin excepción, están dispuestos a vender muy cara su piel. Ya se pudo ver el pasado domingo con el Moratalla. Costó gran sudor y se pasaron muchos nervios hasta el último suspiro. Los de abajo ya no resultan tan asequibles y muerden tanto o más como los de arriba en su intento desesperado por salvar la categoría. Tienen ya menos que perder y eso los convierte en enemigos muy peligrosos a estas alturas. Ya le pasó hace poco al Melilla, que se dejó dos puntos en el camino con el Lucena.

l NERVIOS DE FABRI

La tensión impregna mucho a estas alturas. Afecta a los jugadores y también al cuerpo técnico. Que se lo digan a Dani Benítez y a Fabri. Ambos se pusieron nerviosos y casi más el entrenador gallego, que se equivocó al gesticular de esa forma y en llamar la atención con tantos aspavientos al futbolista balear. Ya es sabido que Dani Benítez se calienta con mucha facilidad y entra al trapo a la más mínima, pero el técnico debió ahorrarse ese ímpetu, porque él no estaba a tantas pulsaciones y cuenta con una considerable experiencia. Al final trató de quitarle hierro al asunto en la rueda de prensa posterior al encuentro y hasta se disculpó con los aficionados y la plantilla.

l AMBIENTE DE LUJO

Los Cármenes ya vivió un simulacro de lo que van a ser las eliminatorias de ascenso. El estadio estaba casi al completo, con una ambiente extraordinario y que causa envidia en otros sitios, en los que la afluencia ni se acerca a la que se registra en Granada. Hasta en Primera División hay campos con una menor asistencia a la que hubo este pasado domingo con el Moratalla. El Mallorca está en zona de Liga de Campeones y sólo arrastró a poco más de 13.000 espectadores al Ono Estadi. Se espera lleno ante el Real Jaén y por supuesto será igual en los play off que vendrán después.