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Trabajo sin acierto ante personalidad

  • El internacional marroquí goza de tres ocasiones de gol que pudieron cambiar el destino del partido El central rayista muestra una tranquilidad fuera de lo común en un defensa

Doce goles en una temporada es una buena cifra en un equipo que lucha por evitar el descenso, pero cuando todo el ataque de un conjunto depende de un solo jugador, si este no tiene el día, las cosas se complican. Esto fue lo que ocurrió ayer en Los Cármenes con Youssef El Arabi. El delantero marroquí tuvo tres claras ocasiones de gol pero no estuvo acertado. Pero en parte porque enfrente tuvo a un jugador granadino, que sigue creciendo año tras año y con el que mantuvo un bonito duelo. Álex Gálvez, conocido en su momento por ser el nieto del ex presidente Francisco Jimena que dejó bajar al equipo rojiblanco a Tercera División, demuestra partido a partido una personalidad y un saber estar que le harán cambiar de aires casi con toda seguridad a final de temporada y probablemente con destino a Alemania.

Una vez más, su trabajo fue encomiable pero cuando un equipo se juega la vida, se le pide algo más de acierto de cara a portería. Arrancó bien el rojiblanco ganándole la partida por alto al central rayista. Precisamente de cabeza llegaron sus mejores ocasiones, fueron dos y ambas en apenas dos minutos. La primera en el 9' tras rematar con la testa una falta lateral botada por Fran Rico. Fue la más clara que tuvo en todo el partido dado que la que gozó en el minuto 10 fue más una prolongación al primer palo.

A Gálvez le costó entrar en el partido y ser protagonista pero es la referencia a la hora de iniciar el juego desde atrás. Paco Jémez lo sabe y confía ciegamente en él. Lucas también lo sabía y trató de presionar en la fase de iniciación obligando a realizar envíos en largo hacia Larrivey, que por cierto está en un momento dulce. La tranquilidad con el balón en los pies y su calidad le han convertido en uno de los centrales con más claridad de la Liga. Pero también tiene oficio y personalidad, como demostró encarándose con Yacine Brahimi en una acción que le costó la amarilla al granadino y también al granadinista y que al final fue decisiva al ver el argelino el camino de los vestuarios antes de tiempo por doble amonestación.

Pero conforme fue avanzando el partido y el Rayo comenzó a dominar la posesión, la presencia de El Arabi en el ataque rojiblanco se fue diluyendo. Todo lo contrario que Álex Gálvez, que hubo un momento en el que participó en un rondo con Saúl ante la desesperación del propio delantero del Granada CF y también de la grada. Paco Jémez optó en el minuto 67 por cambiar a su central por molestias pero con 0-2 en el marcador y el partido finiquitado.

Por su parte, El Arabi en el segundo acto tuvo una tercera ocasión a centro de Piti que pudo cambiar el partido. Fue cinco minutos antes del gol de Saúl pero el marroquí llegó muy forzado en el segundo palo de la portería defendida por Rubén. El 'pistolero' no pudo desenfundar como suele hacer cuando anota un gol, pero aún le quedan tres partidos para resurgir como el León del Atlas. Si lo hace, la permanencia estará más cerca.

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