Veinte minutos bastan

La Real domina a los rojiblancos en todas las facetas del juego durante más de una hora pero se hunde físicamente en la recta final del choque

Carlos Martínez derriba a Nolito, una tónica en la recta final del choque ante el cansancio físico de los jugadores de Montanier.
Carlos Martínez derriba a Nolito, una tónica en la recta final del choque ante el cansancio físico de los jugadores de Montanier.
Enrique López

14 de mayo 2013 - 05:02

Si habláramos de baloncesto, los números del choque de ayer dejarían claro que hubo un claro ganador: la Real Sociedad. Por disparos a puerta, intervenciones del portero rival, lanzamientos a los postes o saques de esquina, los guarismos reflejaron un claro dominador. Y en cierto modo el duelo así fue. Pero los partidos duran 90 minutos y el conjunto rojiblanco supo aprovechar su momento para sacar un punto que puede suponer algo más.

Si se analizan los números del primer acto, el resultado al descanso se puede considerar más que justo. Aunque las llegadas al área era similares, los numerosos disparos a puerta desde la frontal, sobre todo de la tripleta formada por Griezmann, Chory Castro y Carlos Vela, una auténtica pesadilla para la zaga granadina, se tradujeron casi siempre en numerosos saques de esquina. Los de Montanier no lo aprovecharon lo suficiente pero ocho córners en cuarenta y cinco minutos son demasiados. De hecho, dicha sangría se frenó tras la reanudación donde los donostiarras no sacaron ni un sólo saque de esquina.

Una de las grandes diferencias del choque de ayer radicó en las intervenciones de ambos guardametas. Así, en el primer acto mientras que Bravo no intervino nada más que para sacar el cuero de su portería en el tanto de El Arabi, Roberto si tuvo más trabajo. En cinco ocasiones atajó el cuero o rechazó el mismo tras centros laterales ante el acoso ofensivo de la Real Sociedad. Pero en este campo también hubo una notable diferencia en la segunda mitad. De no intervenir nada, Bravo pasó a ser el salvador de su equipo con cuatro grandes paradas en los últimos 20 minutos de partido. El guardameta rojiblanco también fue decisivo a cabezazo de Estrada pero se empleó mucho menos.

El dato más curioso del Granada CF ayer fue el acierto de cara a gol en la primera acción. Máxima eficacia, algo raro en el cuadro de Lucas Alcaraz a lo largo de la temporada, que también cometieron varios errores habituales a la hora de defender las faltas laterales defendiendo demasiado cerca de Roberto.

La suerte también estuvo de parte de los granadinos, que vieron como hasta en dos ocasiones los disparos de Agirretxe y Carlos Vela se estrellaron en los palos de la portería de Roberto. Alguna vez tenía que cambiar la suerte y cuando un equipo saca ocho puntos de doce posible, todo cambia, incluida la suerte.

A nivel de tarjetas, afortunadamente ni Mikel Rico ni Nyom vieron cartulina, por lo que podrán jugar ante Osasuna el próximo sábado. En este apartado quedó claro los problemas que tuvo el conjunto vasco en la recta final del choque para frenar las embestidas del Granada CF en busca del empate en el marcador. El nivel físico descendió varios peldaños y a pesar de que desde el banquillo local se quiso poner remedio con cambios defensivos, la dinámica del partido obligó a parar con faltas varios ataques viendo Mikel González y Griezmann amarilla por claros agarrones.

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