Veteranía y juventud en el podio de slalom
Con 39 años, Mario Matt se cuelga su primer oro olímpico Henrik Kristoffersen, el bronce más precoz
El slalom de los Juegos de Sochi ofreció un podio de contrastes: el austríaco Mario Matt se convirtió en el campeón olímpico de esquí alpino más veterano, mientras que el noruego Henrik Kristoffersen celebró su bronce como medallista más joven.
En medio de los dos se colocó el austríaco Marcel Hirscher, que no ganó pese a partir como favorito, aunque sí pudo festejar su primera presea olímpica.
Con 34 años y 319 días, Matt logró la primera medalla olímpica de su carrera al sacar una ventaja de 28 centésimas a Hirscher tras las dos bajadas en la pista de Rosa Khutor. El austríaco superó así el récord del noruego Kjetil Andre Aamodt, ganador del supergigante en Turín 2006 con 34 años y 169 días.
"Es el día más increíble de mi carrera", celebró Matt. "Tuve suerte. Salí a la pista pensando sólo en esquiar y ver qué pasaba. Y funcionó".
Doble campeón Mundial en slalom, Matt sacó una importante distancia en la primera bajada y luego supo mantener la tensión y conservar los nervios para imponerse con un tiempo global de 1.41,84 minutos.
En el extremo de la juventud, Kristoffersen superó a sus 19 años y 235 días el récord de precocidad que había establecido el austríaco Alfred Matt al lograr el bronce en 1968 con 19 años y 282 días. El joven noruego aprovechó los fallos de varios de los favoritos para ocupar el tercer lugar, a 0,83 segundos del ganador, y privando del podio al italiano Stefano Gross por sólo cinco centésimas.
Hirscher, ganador de la Copa del Mundo de la especialidad y campeón del último Mundial en slalom, pagó muy caro una primera tanda en la que se colocó noveno, a 1,28 segundos de Matt. El favorito recuperó su mejor nivel en el segundo descenso, pero no le bastó para lograr la triple corona.
La prueba, que concluyó bajo luz artificial en las montañas de Krasnaya Polyana, supuso el final de las competiciones alpinas en Sochi. De esta forma, los Juegos de Invierno se cierran con cinco ganadores masculinos diferentes: Matthias Mayer en el descenso, Sandro Viletta en la combinada, Kjetil Jansrud en el supergigante, Ted Ligety en el slalom gigante y Matt en el slalom. Sin gloria se quedaron algunos de los teóricos favoritos, como Aksel Lund Svindal, Bode Miller o Hirscher.
En patinaje de velocidad, Holanda conquistó otros dos oros y cerró la cita olímpica como potencia indiscutible en esta especialidad. La selección naranja ganó los relevos masculinos y femeninos para acumular colocar 24 medallas en su casillero.
En total, los holandeses suman ocho oros, siete platas y nueve bronces. La única presea que no llegó en el estadio Adler fue la que logró Sjinkie Knegt, bronce en los 1.000 metros shorttrack. En las 12 pruebas de patinaje de velocidad disputadas, Holanda ganó 23 de las 32 medallas posibles. Su anterior récord era de 11 preseas en Nagano 1998.
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