Juan Vida firma el libro ‘El triunfo de los pavos reales’, una obra íntima a medio camino entre el ensayo y la confesión
La obra es un homenaje a la mirada y a la creación artística como forma humana de habitar el tiempo desde Granada
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El pintor y diseñador granadino Juan Vida firma un libro íntimo sobre la creación, el paso del tiempo y la persistencia de la belleza. El triunfo de los pavos reales (JuanCaballos Arte) es una obra a medio camino entre el ensayo y la confesión en la que Vida reflexiona sobre el tiempo, la memoria y el sentido del arte desde una mirada profundamente ligada a Granada, ciudad que atraviesa el libro como escenario vital y emocional.
Construido como un monólogo interior fragmentario, el texto entrelaza recuerdos personales, escenas cotidianas y reflexiones sobre el oficio de pintar. La paternidad, los paseos junto al río, el silencio del taller y la memoria de la ciudad componen una elegía serena sobre la creación entendida como forma de resistencia frente al desgaste del tiempo. "Pintar ha sido para mí una forma de resistir al paso del tiempo y de dar sentido a lo cotidiano", escribe Juan Vida.
Lejos de idealizar el mundo del arte, el autor aborda con lucidez el envejecimiento de las obras, las modas y la fragilidad de los afectos, sin renunciar a la convicción de que crear sigue siendo un gesto de esperanza. La figura de la hija aparece como símbolo de transmisión: la verdadera herencia no es la obra material, sino la mirada.
El título remite a los pavos reales de Darwin y a los jardines de Rubén Darío como metáfora de una belleza que persiste. Arte y palabra se convierten así en una seducción obstinada frente al tiempo y el olvido. "Este libro habla de la memoria, del arte y de la montaraz resistencia necesaria para seguir pintando", señala el autor.
La obra ha recibido el elogio del escritor Antonio Muñoz Molina, quien destaca su tono contenido y su defensa del oficio: "Un libro de una calidad asombrosa, confesional y contenido, y una admirable defensa de la pintura en estos tiempos". El triunfo de los pavos reales es, en definitiva, un homenaje a la mirada y a la creación artística como forma humana de habitar el tiempo desde Granada.
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