¿Qué leen los granadinos? Los libros de temática local que triunfan en las librerías de la ciudad este 2025

Granada no es solo una ciudad para ser caminada; es, ante todo, una ciudad para ser leída. Al cierre de este 2025, las mesas de novedades de las librerías granadinas dibujan un mapa de intereses que bascula entre el fenómeno editorial global y una sed insaciable por la identidad local. Desde el corazón monumental de la ciudad hasta los barrios que mantienen vivo el pulso del comercio de proximidad, el diagnóstico es claro: la ciudad busca su reflejo en el papel, ya sea a través de los acordes de su historia musical, el rigor de la memoria o los pasadizos de su pasado espiritual.

El centro: donde la música y el rigor se hacen libro

En la Librería Babel, uno de los buques insignia del sector en el centro de la capital, Jacinto Jiménez respira el ritmo de las ventas con la precisión de un metrónomo. Para el propietario de Babel, este año ha tenido un nombre propio que ha sorprendido por su calado: Juan Jesús García. Su obra Zapatos de piel de Caimán no es solo un libro sobre música; es la enciclopedia definitiva de la escena sonora local entre 1957 y el año 2000. "No había nada publicado sobre esto con esta ambición y está vendiéndose muchísimo", explica Jiménez. El libro, que rescata del olvido a más de 5.000 protagonistas de la fábrica de conjuntos que fue y es Granada, ha conectado con una generación que vivió la explosión del rock y el pop. No es el único libro con la música como protagonista. El éxito de Indología, de Nani Castañeda (batería de Niños Mutantes), confirma que el lector granadino quiere conocer la intrahistoria de sus ídolos de cerca.

Junto a la cultura popular o la novela de nuevos autores granadinos como May R. Ayamonte, el rigor académico ha demostrado que el ensayo de calidad tiene un público fiel. Jiménez destaca el impacto de La hambruna española (Ed. Crítica, 2025), de Miguel Ángel del Arco Blanco. El catedrático de la UGR ha logrado un "best-seller de pensamiento" al documentar la tragedia de la posguerra, desmontando mitos sobre la escasez y revelando el uso del hambre como herramienta de control social. Es la prueba de que Granada busca respuestas a las sombras de su historia reciente en la excelencia universitaria.

La Chana: el barrio que prescribe y resiste

Cruzando hacia el barrio de La Chana, el paisaje literario cambia de tono pero no de intensidad. En la Librería Origami, Tania Abril defiende la literatura de proximidad. En su mostrador, los fenómenos nacionales coinciden con los de Babel, libros como los de Santiago Posteguillo (Los tres mundos) o Dan Brown (El último secreto) conviven con una literatura juvenil e infantil que vibra con fuerza propia.

Abril destaca un fenómeno curioso: el regreso de los clásicos. La historia interminable, de Michael Ende, ha vuelto a las manos de "los más jovencillos", demostrando que la fantasía épica es atemporal. Sin embargo, el presente manda a través de las redes sociales. La serie de Sarah J. Maas, Una corte de rosas y espinas, y libros de creadores de contenido como El Rulas o La Ratita Rita, marcan la agenda de los lectores más jóvenes, aquellos que llegan a la librería buscando el objeto físico tras descubrirlo en una pantalla. Incluso en el sector infantil, el humor sigue siendo infalible: títulos como El pedo más grande del mundo se han convertido en éxitos inesperados, recordándonos que el placer de la lectura empieza, muchas veces, con una carcajada compartida.

El fenómeno 'La Capitana': Granada como escenario total

Si hay un título que pone de acuerdo a libreros de barrio y grandes librerías ese es La Capitana. La novela de Susana Martín Gijón se ha consolidado como el gran fenómeno del año. A pesar de ser sevillana, la autora ha logrado descodificar el alma de la Granada del siglo XVII, convirtiendo al Monasterio de San Jerónimo y la Real Chancillería en escenarios de un thriller histórico trepidante. La obra ha conseguido que el granadino se sienta protagonista de una trama que recorre sus propias calles, demostrando que la ficción es, a menudo, es la mejor forma de redescubrir el patrimonio.

Tradición y esoterismo: la mirada de los expertos

Para cerrar este mapa literario, contamos con la visión de Juan José Montijano Ruiz, académico y uno de los mayores expertos en teatro y cultura popular de la ciudad con gustos lectores muy alejados de los grandes ventas habituales. Su selección personal aporta una capa de profundidad lírica y mística al balance del año. Montijano destaca, en primer lugar, su propia antología Cantemos al amor de los amores. Antología Lírica del Corpus granadino. Siglos XVII a XXI, una obra que rescata la poesía vinculada a la festividad del Corpus Christi, devolviendo a los granadinos un trozo de su memoria espiritual y festiva.

En una línea de investigación fascinante, Montijano señala El mundo esotérico de Lorca, de un autor cercano, que explora las influencias de lo oculto y lo simbólico del poeta más universal de Granada. Y otro libro que regresa a los años posteriores a la contienda, Granada Azul (Editorial Comares). Esta obra traslada al lector a la Granada de los desfiles e himnos, analizando la construcción de la "cultura de la victoria" tras la Guerra Civil. Para el profesor e investigador, es "un libro necesario para entender cómo la ciudad se transformó social y políticamente en la posguerra".

Una ciudad que no deja de escribir

El balance de 2025 nos devuelve la imagen de una ciudad literariamente sana y curiosa. Granada no solo consume el éxito que dicta el mercado —como los premios Planeta o la "romantasy" juvenil—, sino que reclama su propia voz.

Desde la memoria sonora de Juan Jesús García hasta el rigor histórico de Comares o la Universidad de Granada, pasando por las sorpresas locales como la propuesta de la editorial Miguel Sánchez, Nombres con fecha. 42 historias de vida y sueños, que firma el catedrático de Medicina Antonio Campos, la ciudad demuestra que el libro sigue siendo su mejor brújula. En un mundo de algoritmos, el granadino sigue prefiriendo el consejo de su librero de confianza y la historia que le habla de su calle, de su pasado y de su identidad. Porque, al final, leer a Granada es, simplemente, otra forma de habitarla.