"Vuelvo para hacer historia con el Barça", dice Navarro

Juan Carlos Navarro dio por concluida su aventura en la NBA después de un año en los Memphis Grizzlies y regresará a España para jugar en el Barcelona, su club de toda la vida, según confirmó la entidad azulgrana.

El escolta, de 28 años, renunció a seguir en la NBA, entre otras cosas por el dinero que perdería. El Barcça le ofreció una oferta que no pudo rechazar: cinco años y más de tres millones de euros por temporada, de forma que se convertirá en el jugador español mejor pagado de la historia. "Esperemos que la gente se ilusione con el equipo que haremos para los próximos años. Tenía muchas ganas de volver a casa y llevaba eso dentro", explicó el protagonista, que dijo estar "muy contento" por la oportunidad que le han brindado: "Después de hacer un buen año en la NBA, volver a casa me hace feliz. Tengo ganas de hacer esta sección otra vez ganadora, y regreso para hacer historia".

Navarro acometió la aventura estadounidense en noviembre, para quitarse una espina que tenía clavada, según dijo él mismo. Los Washington Wizards traspasaron sus derechos a los Grizzlies, donde el jugador coincidió con Pau Gasol. La aventura americana le costó a 'La Bomba' 500.000 euros que tuvo que pagar al Barcelona para poderse marchar. Pero la cosa no quedó ahí. El jugador español tuvo que firmar un acuerdo a la baja con la franquicia estadounidense, que apenas le pagaron un sueldo de 347.500 euros (el mínimo) por un año de contrato.

El rendimiento de Navarro, sin embargo, ha superado cualquier expectativa. Disputó 82 partidos (la temporada regular al completo), con un promedio de 10.9 puntos, 2.6 rebotes y 2.2 asistencias por encuentro. Además, participó en el partido de los rookies del All Star y estuvo a punto de batir el récord de triples de un debutante en la NBA. "Creo que la experiencia ha sido positiva. Me he demostrado que podía estar allí pero me ha gustado la propuesta de volver a casa", afirmó Navarro.

Hubo equipos interesados en hacerse con sus servicios. El problema era que, para que el catalán no perdiese dinero, debía encontrar un conjunto dispuesto a pagar un sueldo cercano a los cuatro millones de euros por curso, una cantidad casi imposible. Con el escolta, el club catalán recupera a todo un símbolo y ficha a uno de las piedras angulares del proyecyo de Joan Creus, "un hombre importante en la negociación", explicó el propio Navarro.

Creus, unas horas más tarde, llegó a un acuerdo para rescindir el contra del base Pepe Sánchez.