A un año de los Juegos, Londres ya está casi lista

El centro de Londres está en plena construcción. Los trabajadores taladran, cavan y martillan de forma incesante. Ni siquiera la Horse Guard Parade es la excepción, a pesar de que a diario miles de turistas presencian allí el cambio de la guardia real. Los Juegos Olímpicos están cada vez más cerca: sólo quedan 12 meses para la fiesta inaugural del 27 de julio de 2012.

"Un año antes del inicio podemos decir con seguridad que estamos listos para darle la bienvenida al mundo", asegura el alcalde de Londres, Boris Johnson, quien no oculta su entusiamo por el deporte.

Johnson inauguró una marca de los últimos 365 días con una enorme fiesta en Trafalgar Square, en la que se dispuso a mostrar al mundo lo que le espera en 2012. La ciudad de Londres, de ocho millones de habitantes, será la primera en albergar por tercera vez los Juegos de verano después de las experiencias de 1906 y 1948.

Los gastos en infraestructura le costarán al Reino Unido unos 10.000 millones de libras, de los cuales sólo 600 millones corresponden a la seguridad. A falta de un año, Londres parece estar preparada para la fiesta del deporte. Las instalaciones deportivas, donde competirán más de 10.000 atletas en 26 disciplinas, están prácticamente listas.

El único inconveniente es el transporte. Londres invirtió mucho dinero en la red de metro y trenes desde que se oficializó su candidatura en 2005. Sin embargo, la red subterránea más antigua del mundo no se ve muy renovada. Los túneles siguen siendo demasiado angostos, los andenes estrechos y los trenes muy pequeños.

El punto central de los Juegos será el flamante parque olímpico en el barrio de Stratford, unos siete kilómetros al este del centro de la ciudad. Allí se ubica el estadio olímpico, sede de las competiciones de atletismo y de las ceremonias de apertura y cierre.

También estarán allí el estadio que albergará el balonmano, el futurístico centro acuático de la arquitecta Zaha Hadid y el complejo cubierto para el ciclismo. El parque se ubica directamente al lado de la moderna villa olímpica.

Sobre todo, los organizadores esperan que los Juegos impulsen el desarrollo de la zona este de Londres, desatendida durante décadas.