A aro pasado l Jornada 5

Los burros siguen volando

  • Ni Manuel Hussein hubiera apostado por el CB Granada tras lo visto en el primer tiempo

No es la primera vez ni será la última que en las páginas de esta sección se recuerde a Manuel Hussein cuando dijo que en baloncesto había visto hasta burros volar. Uno de ellos, sin duda, revoloteó el pasado domingo por las alturas del cada vez más desangelado Palacio de Deportes.

l BLANDI BLUB

Los primeros 20 minutos del partido jugado ante el Estudiantes ofrecieron una paupérrima imagen. Los colegiales metían canastas con excesiva facilidad. La tan cacareada falta de rigor defensivo vista hasta entonces tenía continuidad. Más blandura, imposible. Hasta los 54 puntos llegaron los del Ramiro de Maeztu al descanso y, sin duda, ya se vieron vencedores. Los 17 puntos de renta que tenían y el pobre juego de sus anfitriones invitaban a ello. Pero...

l TRANSFORMACIÓN

Con toda lógica, Poch no quiso contar lo que les dijo a sus jugadores durante el paso por los vestuarios. Se supone que de todo menos bonicos. Sea lo que fuese, la realidad es que el equipo que volvió a la pista lo hizo con unos aires totalmente distintos. Al burro que había visto Hussein comenzó a salirle alas. Si en cada uno de los cuartos anteriores el Estudiantes pasó de los 25 puntos, en el tercero se quedó en ¡siete! Mérito de los granadinos y, también, demérito de los visitantes, que demostraron el porqué están en la cola de la clasificación sin conocer la victoria. Eso sí, sólo un paso por detrás del club nazarí. Pero aún estaba por llegar la remontada, porque a falta de los últimos diez minutos el CB Granada aún seguía por debajo (54-61).

l LOOPING

El burro despegó en el último cuarto. Y no se quedó ahí, pues hizo varias acrobacias entre el descuartizado marcador del Palacio. El equipo de Poch terminó por darle la vuelta a los guarismos. Como escribía ayer Juan José Fernández: Increíble, pero cierto. Todos los jugadores se arremangaron la camiseta sin mangas y tiraron de un carro al que le chirría el eje interior para lograr la primera victoria. Pero esto no ha hecho nada más que comenzar. Aún queda por hacer en la construcción del equipo. Ya saben, la dirección, el poste bajo... Lo de la economía es otro cantar. Muy desafinado, por cierto.

Y el burro de Hussein sigue volando. Y lo hará por mucho tiempo. Esto es BA-LON-CES-TO.

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