Dijo José González el día de su presentación que el Granada CF iba a jugar con él con dos medios centros y con dos posibles alternativas por delante: dos delanteros o un media punta y un atacante. Hasta ahora siempre se había decantado por el 1-4-4-2, pero ayer optó por el 1-4-2-3-1. No le había ido mal al gaditano con la opción de los dos puntas sobre el campo, algo más o menos lógico al contar con jugadores como El Arabi, Peñaranda o Barral en su plantilla. Sin embargo, la posición de Rochina pegado a banda no terminaba de convencer a casi nadie y el preparador optó por recuperar la figura del media punta para ubicar ahí al valenciano en el choque de ayer contra los malagueños. Cierto es que la alineación fue similar a la utilizada en el anterior encuentro en Los Cármenes frente al Rayo Vallecano, en el que González jugó con un 1-4-4-2 al colocar a Success como segundo punta y dar las bandas al propio Rochina y a Cuenca, que no ha soltado la titularidad desde que se asomó a ella, mas ayer decidió ubicas esas mismas fichas de forma diferente, con el nigeriano pegado a la cal en la banda derecha y Rochina por dentro.

no funciona

El plan, sin embargo, no fue todo lo bien que González y todo rojiblanco de bien hubiera deseado. Rochina se sintió cómodo por dentro aunque entró en contacto mucho menos de lo que hubiera deseado y no contó con la colaboración de los suyos, especialmente de los medio centros, Dux y Rubén Pérez, a la hora de combinar. El Málaga tuvo en todo momento las ideas mucho más claras y fue el equipo visitante el que casi siempre tenía superioridad en la medular, lo que provocaba que las intervenciones del valenciano fuesen pocas y muy incomodado.

el arabi, solo

Además, el hecho de que El Arabi fuese el único delantero del equipo provocaba en numerosas ocasiones del marroquí se encontrara demasiado solo, que en bastantes metros a la redonda no tuviera compañeros con los que jugar o que se aprovecharan de sus acciones. Más de una vez se repitió el toque de cabeza de El Arabi ganando a su rival y a ningún jugador yendo a esa peinada.

laterales retenidos

Otro detalle que motivó lo poco que atacó el Granada en el primer tiempo es que los dos laterales del equipo, tanto Miguel Lopes como Biraghi apenas atravesaron el centro del campo, se prodigaron muy poco en ataque y casi nunca doblaron a Isaac Cuenca y Success respectivamente.

los cambios

La segunda parte comenzó igual, tanto en dibujo como en situación de partido, algo que interesaba para nada al Granada. Era obvio que algo había que modificar y González lo hizo al efectuar el primer cambio. Empezaba la grada a corear el nombre de Peñaranda pero el elegido fue Barral, quien reeemplazó a Isaac Cuenca. Esto provocó retornar al 1-4-4-2, con el gaditano acompañando a El Arabi en punta, Rochina volcado a la derecha y Success buscando las cosquillas ahora por la izquierda a Rosales. Gracia había reforzado la otra banda con la entrada de Miguel Torres por un Ricci que tenía desde el primer tiempo una amarilla.

opción rober

Los buenos minutos de Rober en San Mamés provocaron que el entrenador recurriera a él en el cuarto de hora final para tratar de agitar el partido desde la banda derecha, sustituyendo a un cansado Rochina. El valenciano, sin embargo, no entró demasiado en el encuentro ni tuvo opciones de hacer valer su velocidad y verticalidad. Barral y El Arabi se movieron mucho al final, hubo muchos espacios, los laterales subieron más, pero el 0-0 no se movió.