Covirán Granada-Tenerife | Crónica y resultado

El Lenovo Tenerife agrava la crisis del Covirán Granada, que vuelve a perder en casa (73-82)

Alex Renfroe trata de anotar con la izquierda ante Bolmaro.

Alex Renfroe trata de anotar con la izquierda ante Bolmaro. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El Covirán Granada no pudo, una jornada más, romper su mala racha de resultados y volvió a caer, esta vez en casa, ante el Lenovo Tenerife por 73-82. El conjunto de Pablo Pin estuvo casi todo el choque por debajo en el marcador y, pese a su reacción en la segunda mitad gracias a su mejora defensiva, sumó su sexta derrota consecutiva que le hace seguir en puestos de descenso en la Liga Endesa a falta de cuatro envites para el final de la temporada.

Los rojinegros tenían claro que arrancar bien el partido era fundamental para estar vivo el resto de minutos. Y se pusieron por delante a los 16 segundos gracias a una canasta de Luke Maye. Esa fue la única vez que el Covirán dominó en el electrónico. Porque, a partir de ahí, el absoluto dominador el choque fue el cuadro de Txus Vidorreta, que con un parcial inicial de 0-9 se puso por delante del marcador para no dejarlo ya hasta el final.

Desacertado Maye

Pin paró el choque tras los 3:05 minutos de juego con 2-9 porque las sensaciones no eran las mejores. Los canarios anotaron con mucha facilidad y en ataque, los locales acusaron una mala selección de tiro. La conexión Marcelinho Huertas-Gio Shermadini comenzó a funcionar y cuando eso pasa, es muy difícil parar a los amarillos. Maye, que quiso asumir la responsabilidad en ataque pero que sigue demasiado acelerado, trató de impulsar a su equipo pero fue desde el banquillo desde donde se trató de dar un giro al choque con un cuádruple cambio. Entraron en cancha Lluís Costa, Michael Caicedo, Thomas Bropleh y Ndoye.

La falta de confianza en el tiro marcó el primer cuarto de los locales

Pero sirvieron de poco pues los visitantes fueron, poco a poco, ampliando su renta. Fran Guerra puso el 6-16 pero fue Tim Abromaitis el que estableció los once de ventaja ante un equipo al que le quemó el balón. La poca confianza en el tiro se hizo notar en cada ataque. Es lo que tiene la ansiedad de vivir en una situación tan complicada deportivamente. Un 2+1 de Ndoye dejó en diez la renta al término del primer cuarto (11-21).

Segundo cuarto

Había mucho que mejorar, sobre todo en cancha delantera. El 5 de 15 en tiros de campo o el nulo acierto desde el perímetro reflejaron el mal momento ofensivo del Covirán. Los rojinegros arrancaron el segundo periodo con brío. Y lo hicieron gracias a Lluís Costa que, con cinco puntos (con triple incluido) y dos robos de balón, uno de ellos con asistencia para que Caicedo machara el aro rival, le endosaron un parcial de 7-0 en apenas un 76 segundos. Ello obligó a Vidorreta a frenar el partido solicitando su primer tiempo muerto. En diez minutos anotaron 11 puntos y un 1:16 siete. Ese es el Covirán de esta campaña, irregular como pocos.

La pausa en momentos de crisis fue determinante para el Tenerife

Sin embargo, esa reacción que le hizo acercarse a tres puntos duró poco. Tras el receso, un 0-6 volvió a dejar a los tinerfeños rondando la decena de ventaja. Sobre todo porque, gracias a su gran circulación de balón en ataque, y la movilidad de sus jugadores, encontraron espacios y, sobre todo, emparejamientos tan desiguales como el de Shermadini con Caicedo que el georgiano, obviamente, no desaprovechó. El pívot se puso las botas en la zona granadina ayudado por Jaime Fernández, que le dio otro aire al ataque de su equipo.

Maye quiso hacer la guerra con su cuenta una jornada más. Maye quiso hacer la guerra con su cuenta una jornada más.

Maye quiso hacer la guerra con su cuenta una jornada más. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Y es que a base de acciones de tres puntos, sean triples o 2+1, el Lenovo llegó a alcanzar la quincena de renta. Los nervios comenzaron aflorar y el reflejo de ello fue Luke Maye, que gastó hasta once lanzamientos en la primera mitad para anotar tan sólo tres canastas de dos. Finalmente, al descanso, los de Pin se fueron 13 abajo (26-39).

Segunda mitad

En la reanudación, seis puntos seguidos del Covirán recordó al inicio del segundo cuarto. El cuerpo técnico ordenó a sus jugadores encerrarse en torno a su aro y dejaron tirar a su rival como hicieron ante Gran Canaria. Y la jugada le salió bien por momentos. Se acercaron a tres con un triple de Bropleh (36-39) que hizo levantar al Palacio de Deportes y obligar a Vidorreta a pedir tiempo muerto (7:27). Un 13-0 de parcial que dejó claro que los de Pin no se rendirían tan fácil. El ánimo era otro sobre todo por la mejora en la actitud defensiva.

Luke Maye quiso hacer la guerra por su cuenta y estuvo muy desacertado

Jaime Fernández frenó con un triple desde la esquina el mal momento de su equipo. Pero había partido. Mejoraron desde la defensa, con agresividad, y eso lo agradeció un grada que coreó cada acción defensiva de sus jugadores. De nuevo Jaime le dio algo de respiro a sus compañeros con un nuevo triple ayudado por Shermadin. Tenerife superó el bache a base de tranquilidad, la que no tuvo el Covirán que, por momentos, se precipitó y en un pispás, se pasó de tres a diez puntos de desventaja (40-50). Y de nuevo tiempo de Pin para calmar a sus pupilos, que querían hacer más de lo que saben hacer, en especial Maye que jugó todo el choque muy revolucionado. Quiere resolver a nivel individual en muchas ocasiones y eso es perjudicial para su equipo.

Las esquinas

Restaban 16 minutos para el final había que remontar una decena de puntos para meter presión al Real Betis. Pero Tim Abromaitis y Huertas, con sendos triples, devolvieron unos tranquilizadores 14 puntos de renta (42-56) para un Lenovo que cuenta con jugadores con mucha experiencia y muchos ‘tiros’ pegados en la ACB. Un arreón final en el último minuto del cuarto dejó en nueve la renta visitante para el periodo definitivo (49-58).

Diez minutos que arrancaron con un triple de Christian Díaz y de nuevo la intensidad por bandera. Se estuvo a cinco puntos en varias ocasiones y con posesión para acercarse aún más, pero entonces surgió la otra faceta que ha lastrado a los rojinegros a lo largo de la temporada, las pérdidas. Algo que no desaprovecharon los canarios, que vivieron con un colchón en torno a siete puntos que parecían imposibles de remontar pues cada vez que los locales se acercaban, sus errores ofensivos lastraban su trabajo atrás.

Pin lo intentó por todos los medios con sus cambios pero el juego de los canarios buscando las esquinas, donde casi siempre hubo un jugador liberado, sentenció al Covirán. En los últimos cinco minutos se llegó doce abajo pero con la sensación de control de los canarios, que no desaprovecharon la oportunidad de lograr un nuevo triunfo, algo que finalmente lograron con nueve puntos de renta. Restan cuatro jornadas de infarto.

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