Cuando el equipo crece a partir de las individualidades

Después de que Joaquín Caparrós utilizara 16 once iniciales diferentes en otras tantas jornadas que estuvo al frente del equipo, existía la posibilidad de que Abel Resino repitiera ayer ante el Elche la alineación usada en su estreno contra el Deportivo de la Coruña. No fue así, ya que el toledano recuperó a Nyon tras su sanción en detrimento de Foulquier, hizo debutar a Rubén Pérez en el sitio del hasta ahora casi insustituible Iturra y mandó al banquillo al alicaído El Arabi brindando la oportunidad de lucirse a Jhon Córdoba. El resto, los mismos. Lo que tampoco varió fue el sistema de juego, ya que el Granada volvió a actuar con un 1-4-2-3-1 con un claro talante ofensivo.

FACTOR RUBÉN PÉREZ

Los nazaríes tenían claro que los primeros minutos eran claves y encerraron al Elche en su área desde el pitido inicial. Rubén Pérez participó mucho en la salida de balón del Granada desde atrás, algo que siempre ocurría salvo que la presión del Elche obligara a jugar en largo, aunque estos pelotazos casi nunca buscaban a los hombres más adelantados, como siempre ocurría con Caparrós, sino que solían ir hacia los laterales o los interiores situados cerca de la línea de banda. Si en Riazor fue Fran Rico el que solía hacer esta misión de incrustarse entre los centrales en el inicio de los ataques, ayer ejecutó esa tarea Rubén Pérez, jugador que a priori tiene mayor calidad que Iturra con el esférico en los pies. Eso posibilitó un mayor equilibrio y una mayor continuidad de los locales con el balón en sus pies. Tras lo de ayer, da la impresión de que Iturra no va a tener fácil volver al once inicial, ya que el jugador que pertenece al Atlético de Madrid también hace, igual que Fran Rico, un buen trabajo defensivo y de contención sin balón, que es lo que más destaca el chileno.

FACTOR PITI

Por el que siempre pasaban esas acciones ofensivas del Granada era por Piti, que con una libertad de movimientos casi total aparecía por varias partes del campo hasta convertirse en el jugador más desequilibrante, en el líder atacante de los locales en el primer tiempo. No obstante, el empuje del principio fue menguando con el paso de los minutos y el Elche poco a poco empezó a equilibrar la contienda. De hecho, los de Abel no pudieron convertir esas buenas intenciones y esa ambición en ocasiones de gol, salvo una tempranera de Jhon Córdoba y una postrera de Piti.

MÁS CERCA DE LA META

El descanso sirvió para que Piti acercara su ámbito de intervención a la meta rival en el segundo tiempo. Tras el asueto, el catalán volvió a ser el mejor, pero ya no bajaba tanto a recibir ni aparecía fuera del área, sino que lo hacía dentro. Dos fenomenales diagonales, con buenos controles y pases posteriores, acabaron con una clara ocasión de Robert y el gol de Jhon Córdoba.

APOYO CONSTANTE

Hizo un buen partido el punta colombiano. Gol decisivo aparte, siempre ofreció salida a los suyos, aguantó bien el balón, no se excedió en los desmarques de ruptura e hizo muchos y buenos de apoyo. Cumplió de sobra en la misión de suplir a El Arabi y hace aumentar la competencia arriba tras la llegada de Colunga.

CAMBIOS

Abel, que en su vuelta a Los Cármenes se sentó en el banquillo del lado donde no está el línea, el que con Caparrós ocupaba el equipo visitante, cambio por completo con sus sustituciones la línea de tres que formó por detrás del delantero. Metió oxígeno en las bandas con Foulquier y Candeias, y toque, refresco y trabajo en la medular con Javi Márquez, que jugó como medio avanzado.