Cuatro meses de parto (1-0)

Granada - Elche · la crónica

El Granada pone fin a su sequía de dieciséis jornadas sin ganar en un trabajado triunfo contra el Elche. Los rojiblancos no vencían en casa desde el 2-1 contra el Deportivo ¡en agosto!

Foto: Alex Camara
Foto: Alex Camara
Juan José Medina

Granada, 31 de enero 2015 - 22:42

El parto ha durado dieciséis partidos. Ganar tras casi cinco meses sin hacerlo en casa (cuatro desde San Mamés) oxidaba tanto que hasta para doblegar a un capado Elche hicieron falta fórceps. Un 1-0 apurado, raspado y peligrosamente corto que el árbitro ayudó a mantener, sin duda alguna. Abel ya ha recorrido la mitad del camino que anduvo Caparrós. Un triunfo. Con otro más habrá cazado al sevillano. El Granada ya ha roto la racha, y aunque aún parezca que el equipo tiene miedo a perder, por resultados no va a ser. Se pescó el Riazor, se doblegado al Elche y en ambos casos el goal average está de lado granadinista. Son aspectos a no olvidar, pero quizás haya uno más importante: si este Granada que a todas luces se nota que está en una pretemporada forzada (siete fichajes mediante), estando al 30 o 40 por ciento de su potencial, saca puntos, cuando de verdad funcione puede ser maravilloso. Sólo falta que Abel y el equipo acorten esos plazos.

Los Cármenes recibió al equipo con la misma ilusión que el agosto vio saltar al campo al equipo de Caparrós. Se daban los mismos ingredientes: entrenador y jugadores nuevos. Lo que pasa es que ya es febrero y la Liga ya deja pocas oportunidades para fallar. El Granada se notó que sigue en fase de acoplamiento, y que aún debe mejorar en la construcción desde atrás que busca Abel. Ese esbozo de equipo que quiere el toledano sólo se vio en el primer cuarto de hora y desde poco antes del gol de Jhon Córdoba, quien no mejoró en demasía a un El Arabi que ni entró de refresco, pero que al menos marcó. Antes de todo eso, en Elche se preguntarán si con Jonathas en punta hubieran malogrado tantas ocasiones como tuvieron. De nuevo, a poco que los visitantes cerraron pasillos de pase, el Granada se deprimió

Y eso que el equipo de Abel comenzó brioso y eléctrico, encontrando pases y soluciones por todos lados. La presión le dio réditos nada más empezar. Una recuperación de Insúa propició una salida a la contra en la que Robert se la dio a Córdoba y el colombiano disparó con potencia pero sin ninguna colocación. La sacó al corte Edu Albacar (1'). Poco después, un pase bombeado de Piti sobre la incorporación de Robert por la derecha terminó con el valenciano dando un centro de volea al que Córdoba no llegó por poco (8'). Parecía que iba a ser fácil.

Pero el ímpetu inicial del Granada se diluyó de manera similar a la que desapareció hace una semana en La Coruña. El Elche recuperó el balón y cocinó las jugadas a fuego lento. El equipo de Abel, basado en tener la bola, sufría cuando le presionaba el conjunto ilicitano. Curiosamente, el peligro parecía llegar más a la contra, pero el equipo se precipitaba cuando recuperaba el balón.

La jugada polémica llegó en el 28', cuando Víctor marcó pese a que la jugada estaba anulada por un fuera de juego que pareció claro en el campo pero que las repeticiones elevaron al grado de moviola. Víctor no estaba en offside, pero sí Pasalic, que aunque no toca el balón interviene en la jugada siendo parte de la estrategia. Esta acción nació en un centro de Coro al que no llegó el propio Víctor de cabeza por pocos centímetros.

Al Granada le castigó un la falta de conjunción en la creación de juego. La salida siempre la hacían Mainz y Babin desde la defensa. Teniendo a Fran Rico y a Rubén Pérez en el campo eso era un pecado. El gallego recibía para iniciar pero faltaba movimiento pese a la acumulación de hombres por delante del balón. A Rubén Pérez le pasó igual en los primeros instantes del segundo tiempo.

Especialmente motivado estaba Piti en su mejor versión desde que está en el Granada. Siendo el hombre entre líneas, si recibía en tres cuartos de campo, ahí donde se barruntan los goles, sabía encontrar a Robert y a Lass. En la segunda mitad esa sociedad explotó. En el 44' condujo una contra que finalizó con un chut ajustado al poste.

Sin embargo, el partido se reanudó con un chaparrón meteorológico y futbolístico... Del Elche. Los visitantes incrementaron su agobio sobre Oier y en un mismo ataque forzaron cuatro saques de esquina, el último provocado por Babin, que le quitó el gol in extremis al delantero ilicitano.

Piti llegó para rescatar al Granada de una dinámica terrible, y empezó a entenderse mejor con Robert. El catalán y el valenciano congeniaron bien, y cuando no era el primero quien centraba, era el segundo el que ponía el balón desde la derecha. Rubén Pérez, con un mal remate ante la portería a centro de Piti anticipó el gol, que llegó de forma similar. El de Reus se marchó de su par y en un centro durísimo encontró la generosidad de Tyton, que despejó mal, de Lombán, al que se le escapó la marca de Córdoba, y la picardía del colombiano para que el rebote le diese y acabase con el balón en el fondo de la red.

Para el Elche fue un mazazo y el Granada maniobró a placer desde ese momento. El dominio se acrecentó más aún cuando Gil Manzano mostró la segunda amarilla, un tanto rigurosa, a Damián Suárez. Minutos después, con los cambios agotados en los ilicitanos se lesionó el croata Pasalic. El encuentro se quedó en un once contra nueve. La superioridad numérica relajó al equipo de Abel, que se permitió hacer rondos y levantar los 'olés' del público.

No hubo más partido desde el gol y al Granada no le hizo falta ni sentenciar con el segundo, que pudo llegar en dos tiros de Javi Márquez. Unos minutos de la basura en los que los ilicitanos no inquietaron a Oier porque el Granada les mantenía a raya. Para la estadística quedará el debut de Candeias, que dejó algunos detalles. Cuando todos se pulan debería verse la versión de un equipo que tiene para salvarse. Y con tranquilidad.

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