"Es un triunfo con sabor especial"

Abel Resino compareció con prisas en la sala de prensa. Con alegría contenida pero sonrisa imposible de esconder, el toledano respondió de forma escueta a casi todas las preguntas de los periodistas, ante los que explicó, entre otras cosas, que su equipo había sido merecedor del triunfo, que vio a los suyos mejor que en Riazor, que ganar era casi obligado y que le convenció tanto el doble pivote utilizado como el partido firmado por Piti.

Abel apuntó que su equipo le gustó "bastante, sobre todo en la segunda parte", en la que "el Elche ha desaparecido", y que la imagen del Granada en general "fue buena".

"Lo más importante es la victoria, el equipo lo merecía y era necesaria para fortalecernos y seguir creciendo", añadió el preparador, quien destacó que su equipo estuvo junto e hizo "un ejercicio de control en el segundo tiempo".

Abel, quien ante las quejas de los visitantes consideró que el árbitro extremeño Gil Manzano "ha estado bien", incidió en que la victoria tiene "un sabor especial" ya que "era clave ganar para engancharse a la pelea y muy peligroso no hacerlo".

"Llevábamos demasiados partidos sin ganar y es difícil que un equipo eso lo pueda aguantar", sentenció el técnico, quien destacó la figura de Piti porque "es un jugador importante fuera y dentro del campo que se puede convertir en un referente y un líder, y ha hecho un partido muy completo", e indicó sobre el doble pivote formado por Rubén Pérez y Fran Rico que "tuvieron control sobre el centro del campo" y que "son dos jugadores que se complementan bien".

El entrenador del Elche, Fran Escribá, dedicó gran parte de su conferencia de prensa a quejarse de la actuación del árbitro, centrando su discurso en el tanto anulado al Elche en el primer tiempo y en la expulsión de Damián Suárez.

"La expulsión nos dejó sin opciones, aunque creo la segunda no es amarilla porque mi futbolista no toca al jugador rival porque su intención es despejar. He sido respetuoso de más con los árbitros, pero no me quiero desatar con los árbitros porque somos un equipo pequeño y si encima te quejas la semana que viene es peor. Me dicen que el gol anulado es legal, habernos ido al descanso por delante en el marcador hubiera sido decisivo", añadió Escribá, quien reconoció que sus jugadores estaban fastidiados y dolidos en el vestuario".