La fuerza de la lógica
ATLÉTICO DE MADRID | GRANADA CF
Los granadinistas caen a balón parado tras firmar una digna actuación
Imperó la lógica. Por diferentes motivos, puntuar anoche en el Calderón parecía una quimera. No estuvo lejos de hacerlo el Granada -1-0 y encuentro dominado por los de Alcaraz en diferentes fases- pero este Atlético es mucho Atlético y Diego Costa salió, un día más, al rescate de un equipo que necesita hacer poco para ganar y al que crearle peligro a orillas del Manzanares es tremendamente complicado. Eso fue el partido del Granada: gran disposición, notable trabajo y tremendo esfuerzo pero muy poco bajage ofensivo y un gol en contra a balón parado para decidir un choque con poca más historia.
MALAS DECISIONES
El Granada no tiró entre los tres palos en todo el encuentro y Courtois fue casi un espectadores. Ambos detalles son tan ciertos como engañosos porque los granadinos tuvieron casi media docena de posibilidades claras de contragolpe abortadas, en la mayoría de las ocasiones, por las malas decisiones o ejecuciones de los atacantes en los metros finales. Las opciones, muchas o pocas, de que los nazaríes pudieran puntuar, se esfumaron en esas situaciones.
GUIÓN CLARO
La primera jugada del partido fue el saque de centro del Atlético y un pelotazo hacia arriba de los colchoneros. Los de Simeone lo tienen claro siempre, juegan a no equivocarse y a esperar la equivocación del rival. El equipo de Alcaraz, que en la primera parte tuvo más posesión de balón que el oponente, no se amilanó y jugó casi siempre el esférico en corto, sin apenas dar pelotazos. En los compases iniciales hubo un par de pérdidas en campo propio, de Coeff y Brahimi, muy peligrosas, aunque el Granada minimizó esos errores, imperdonables ante el Atlético, y fue capaz de mantener su estilo de toque sin dejar a los de Simeone que le hincaran el diente. Incluso, se pudo presenciar un detalle poco común: Murillo saliendo desde atrás con el balón controlado ante la impasibilidad del rival. El asedio local cerca del descanso llegó a balón parado.
CAMBIO SIGNIFICANTE
La segunda parte fue otra historia. Foulquier dio mayor solidez a la banda izquierda, incluso se asomó bastante al ataque, pero el Atlético obligó al Granada a retroceder cada vez más. Apretó y apretó, golpeó una y otra vez en acciones de estrategia hasta que en una de ellas, con el especialista Sosa ya en el campo, Costa decidió el duelo. Por lo visto tras el intermedio, parecía que el gol iba a llegar tarde o temprano.
REACCIÓN, A MEDIAS
El Granada dio la cara hasta el final. Alcaraz arriesgó para terminar el choque con Iturra de central, Brahimi en el triángulo de la medular e Ighalo, partiendo desde la izquierda, y El Arabi arriba, mas el empate casi nunca estuvo cerca. El cansancio acumulado por el maratón de partidos, el desgaste de los minutos anteriores y la excepcional seguridad que ofrece el Atlético cuando va por delante en el marcador neutralizaron cualquier opción final de empatar. A pensar en el Levante.
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