LEB Oro | Covirán Granada

Una clara derrota de la que aprender

  • El conjunto de Pablo Pin comprobó la dureza del Breogán en el arranque de la segunda fase

Manu Rodríguez intenta superar un bloqueo del jugador del Breogán Israel Gutiérrez.

Manu Rodríguez intenta superar un bloqueo del jugador del Breogán Israel Gutiérrez. / Fundación CB Granada

Señaló Pablo Pin al término del encuentro del pasado sábado ante el Leche Río Breogán que era un mensaje de cómo hay que jugar en las segunda fase de la LEB Oro. Aunque en un primer momento quiso decir que había aprender de dicha derrota, finalmente no empleó el término aunque era el adecuado.

El técnico del Covirán Granada ya venía avisando del potencial físico de los rivales en esta nueva parte de la temporada y los rojinegros tardaron apenas cinco minutos en comprobar cómo se las gastaba uno de los claros favoritos para ascender a la ACB. El mayor dominio físico de los gallegos marcó un choque en el que la “pobre” primera parte, como señaló Pin, condicionó la cita.

El rebote

Hay aspectos en el juego determinantes porque influyen de manera decisiva en el desarrollo del encuentro. Uno de ellos es claramente el rebote, la obsesión del técnico nazarí. La ausencia de Joan Pardina reduce el número de capturas, es una realidad palpable y los números así lo reflejan. Pero terminar un partido con catorce rebotes menos según el club, o dieciséis según las estadísticas oficiales de la FEB que cada jornada que pasa son menos creíbles, fue determinante. En cualquier caso, son muchas posesiones para el rival de ahí que, pese a la reacción del segundo tiempo, había que estar muy acertado para poder darle la vuelta a un marcador que sólo estuvo a favor una vez, con el 2-3 gracias al primer triple de Bropleh en el arranque del choque. Desde entonces, siempre se estuvo a remolque.

Christian Díaz trata de penetrar ante el Leche Río Breogán. Christian Díaz trata de penetrar ante el Leche Río Breogán.

Christian Díaz trata de penetrar ante el Leche Río Breogán. / Fundación CB Granada

Sin duda, la mejor noticia para el Covirán fue la vuelta a las canchas de Bamba Fall. El pívot senegalés ya está recuperado de su fuerte esguince de tobillo y pudo jugar más de quince minutos. Su presencia es determinante. Lo fue en el tercer cuarto, con dos 2+1 de manera consecutiva, aunque tuvo poco apoyo en la zona ante jugadores como Kevin Larsen o Iván Cruz. Pero su sola presencia en pista ya intimida. Con Fall al 100%, los rojinegros ganan muchos enteros y será una pieza determinante para poder jugar las eliminatorias por el ascenso.

Este-Oeste

Se ha hablado mucho durante la fase regular del potencia del grupo A y B o Este y Oeste. Quizá es demasiado pronto pero la realidad que todos los enfrentamientos entre ambas conferencias se han saldado con triunfo de los equipos del Oeste, tanto en el grupo por el ascenso como en el que se lucha por la permanencia. Tan sólo Castelló y Alicante opusieron algo más de resistencia, lo que deja claro la diferencia en la primera jornada. Con el paso de las jornadas se verá. Lo que está claro es que en esta fase, un mínimo error puede hacer mucho daño. Los nazaríes están cuartos con un margen de una victoria con respecto a la octava plaza que sería la que se quedaría fuera de los play off. El sábado llega Palencia al Palacio de Deportes, un duelo que hay que ganar sí o sí para seguir con factor cancha a favor en los posibles cruces.

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