El Raca Granada cayó en la semifinal de la Final Four por el ascenso a la Liga Femenina Endesa y dio por concluida su temporada. Las granadinas perdieron ante el Recoletas Zamora por 63-51, en un duelo en el que su escaso acierto desde más allá de la línea 6,75 le condenó. El duelo comenzó a decantarse en la recta final del segundo cuarto pero el arranque de la segunda mitad fue determinante.

Desde el inicio fue el cuadro zamorano el que mandó en el choque ante las de Maribel Piñar, atascadas en ataque. Las primeras rentas llegaron a ser de seis puntos (10-4) en los cinco primeros minutos, lo que obligó a la entrenadora del cuadro granadino a pedir tiempo muerto. Pero las zamoranas siguieron a lo suyo y terminaron el primer cuarto con un 20-12 que dejó claro su dominio. La renta llegó a ser de nueve aunque finalmente quedó en ocho.

Mal desde el perímetro

Había que mejorar sobre todo en la selección de tiro pero el Raca siguió abusando del triple. A 8:23 del descanso, el Recoletas Zamora dobló a las granadinas en el electrónico (24-12), aunque la ventaja llegó a ser de catorce. Fue entonces cuando las de Piñar reaccionaron y tras un parcial de 8-0 se pusieron a tan sólo seis puntos. Restaban 4:44 para el receso y el técnico zamorano, con un tiempo muerto, cambió de nuevo por completo la dinámica del choque. Del 26-20 se pasó al 37-24 con el que se llegó al descanso.

Julieta Mungo intenta el lanzamiento.

Los números eran contundentes. El Raca lanzó nada menos que 18 triples para anotar únicamente cuatro. De dos lo intentó en once veces. Además, la diferencia en los rebotes (28-14) fue determinante para irse a vestuarios trece puntos por delante y con la sensación de tener que hacer muchas cosas bien para remontar.

Ocho minutos sin anotar

Pero el regreso a la cancha no fue nada positivo para las granadinas, que encajaron un parcial de 10-0 que lanzó al Recoletas veintitrés arriba (47-24). Ocho minutos tardaron en anotar su primera canasta en el tercer cuarto que terminó con 50-28. Fue Heleen Nauwelaers la que anotó de dos para romper una negativa racha que terminó por decantar la semifinal.

Los últimos diez minutos del choque sobraron. Con una ventaja siempre superior de veinte puntos, el Zamora trató de ahorrar energías teniendo en cuenta que este domingo por la mañana tiene que jugar la gran final. Las de Piñar no se relajaron pero no fue su día.