A por una reacción que no llega

Peor ya no puede estar el Granada: último en la clasificación de la Liga BBVA y expulsado de forma humillante de la Copa del Rey. Evidentemente, no se puede ir ya a menos salvo consumar el descenso a Segunda División. La diferencia entre una sentencia condenatoria o absolutoria está en encontrar la manera de reaccionar, una misión que es urgente. La responsabilidad para encontrar la fórmula recae, sobre todo, en el técnico, que de momento sigue siendo el más que cuestionado Joaquín Caparrós. Para ello ha de contar con los jugadores, para lo que es necesario que haya sintonía.

Tras la eliminación en la Copa, el Granada puede centrarse única y exclusivamente en la Liga. Le va la 'vida' en ello. Para empezar, las decisiones que la directiva ha de tomar son las referentes a la continuidad o no del técnico y la incorporación de refuerzos antes de que concluya el mercado de invierno. El fichaje de un delantero con gol se antoja como fundamental dada la paupérrima eficacia mostrada por el equipo rojiblanco en lo que va de temporada de cara a la portería contraria. Hay de plazo hasta el 31 de enero, pero cada día que pase en tiempo perdido, un lujo que el Granada ya no puede permitirse.

Para la escuadra granadinista será clave el inicio de la segunda vuelta de la competición liguera. Sobre el papel, el partido de este domingo ante un pletórico Atlético de Madrid se antoja imposible, por lo que la vista ha de centrarse en los dos siguientes enfrentamientos, en los que el Granada visitará al Deportivo y recibirá al Elche, dos rivales directos en la lucha por evitar el descenso. Dos derrotas ante estos equipos dejaría al equipo de Caparrós sin apenas margen para el error y, lo que es peor, con los ánimos por los suelos.

El objetivo de lograr la permanencia en Primera se antoja muy complicado, pero no imposible. Todo depende una buena segunda vuelta. Para ello, el Granada debe hacer realidad esa reacción que de momento no ha llegado.