Dicen, y es cierto, que cuando un equipo gana es gracias a todos sus efectivos, desde el que marca los goles hasta el utillero, y que cuando un conjunto pierde también todos son los culpables. Sin embargo, las miradas siempre se centran en los futbolistas, más aún en una página como ésta, en la que se debe valorar la actuación de cada uno de los que se visten de corto que salen a jugar.

Y tras partidos como el de ayer, y por méritos propios de esos jugadores, las críticas positivas escasean, mientras que las negativas cobran gran protagonismo.

Fueron bastantes los futbolistas que firmaron actuaciones individuales malas, pésimas, de lo peorcito que se les recuerda por estos lares. Coeff, Recio, Pereira, El Arabi o Fatau no tuvieron su día -por decirlo de forma suave-. Mainz estuvo algo mejor, aunque su expulsión ensombrece su vuelta al equipo.

Roberto también falló, aunque evitó al final una goleada que pudo ser de escándalo, mientras que Angulo, Foulquier, Riki y Brahimi firmaron una actuación digna. Los mejores fueron Nyom e Iturra, pese a que el primero fue sustituido al inicio del segundo tiempo y el chileno acabó como central improvisado. Poco tiempo tuvo para hacer cosas Boateng, que debutó en Primera.