Cuando los medios del campo no existen los encuentros se vuelven locos. El de ayer se asimiló a los partidos antiguos, sobre todo en la segunda parte cuando los equipos se desbocaron al ataque. Un toma y daca constante, con ocasiones para ambos equipos, que resultó bastante entretenido. Las cifras lo corroboran, ya que el Granada llegó 33 veces al área rival y realizó 22 disparos, de los cuales 10 fueron a portería y uno se estrelló en el poste. La lástima es que el Granada sólo materializó uno de estos remates, el que ejecutó El Arabi desde fuera del área y se 'tragó' un Gorka Iraizoz, que ayer tuvo bastante trabajo con 13 intervenciones.

El Athletic necesitó menos llegadas y disparos para ganar el partido, aunque no se quedó corto. El conjunto de Bielsa con un juego vertical y práctico, se acercó en 24 ocasiones al área rojiblanca e hizo 16 tiros, uno de ellos al poste y cinco a la meta de Toño, que intervino 10 veces, con algunas paradas de mérito. Eso sí, mientras que en el Granada los remates estuvieron más repartidos, los del Bilbao los focalizaron sus hombres más activos: Aduriz, De Marcos, Muniaín y San José.

Del resto de apartados se deduce que el de ayer fue un choque igualado. En el boxeo sería un combate nulo, pero el fútbol no entiende de puntos ni de justicia y el que se llevó el botín fue el conjunto vasco. Ambos equipo sacaron seis saques de esquina, dominando este capítulo el Granada en la primera parte y el Athletic en la segunda. Además, cometieron las mismas faltas (17), aunque el reparto de tarjetas del desatinado Muñiz Fernández fue desigual, ya que le sacó cinco a los de Anquela y tres a los de Bielsa, que se emplearon con la misma dureza e intensidad.

La curiosidad del enfrentamiento fue que en un partido tan ofensivo sólo se pitaron dos fueras de juego y fueron al mismo equipo, al Athletic. Hubo que esperar a los últimos diez minutos para que los asistentes puedan justificar el choque de ayer en su nómina. Es un dato insólito que el Granada no cayera en posición antirreglamentaria ni una vez, ni siquiera con Floro Flores en el terreno de juego. Fue lo único que se 'echó en falta' en un partido que tuvo de todo.