El sueño de Carmen Castellucci

Siguiendo la afición de su padre, la joven Carmen Castellucci comenzó a jugar con ocho años al rugby. La granadina recuerda esa época de una forma agridulce: "Era la única niña en el equipo y por parte de mis compañeros recibía comentarios machistas, por lo que decidí dejar un poco de lado el rugby". La decisión hizo que descubriera su otra pasión, el baloncesto.

En el colegio Los Maristas, Catellucci, comenzó a practicar baloncesto. Poco a poco fue avanzando y acabó en el GMASB. Sin embargo, nunca llegó abandonar el rugby y compaginó ambos deportes.

Su adiós al deporte de la canasta se produjo en el Campeonato de España júnior de 2018. Antes del inicio del Nacional, la joven granadina ya había decidido aceptar la propuesta de irse a Madrid con el Cisneros y centrarse solamente en el rugby. Pero durante la competición el Valencia Basket le ofreció una ficha en su equipo para la siguiente temporada, propuesta que llegó tarde. "Si la oferta me hubiera llegado antes de tomar la decisión de irme a Madrid posiblemente la hubiese aceptado y continuaría jugando al baloncesto", señaló Castellucci.

La decisión ya estaba tomada y tras terminar la temporada con el GMASB, la granadina se despidió del equipo que le había visto crecer y de una de sus grandes pasiones para centrase en el rugby en Madrid.

La andadura de la segunda línea por el Cisneros fue acompañada con algunas concentraciones con las categorías inferiores de la selección nacional de rugby. Y Castellucci continuó su sueño de ser jugadora profesional al fichar por el Cocodrilas Rugby, equipo de la Universidad de Sevilla.

La llamada de la Selección

La internacional se encontraba en la capital andaluza cuando recibió la noticia de que iba a ir convocada con la selección absoluta de rugby para la fase de clasificación del Campeonato de Europa. Tras participar en una concentración, hoy juega ante Rusia y dentro de una semana frente al combinado de Holanda.

La llamada es algo que no se podía ni imaginar: "Estaba en Sevilla y no me lo esperaba, sólo había ido un par de veces con la sub’ 15 y cuando me dijeron que entraba en la lista de las 30 jugadoras de la absoluta para el campeonato fue todo un shock para mí" explicó la Leona.

Pese a la felicidad de ser una de las jóvenes promesas del rugby femenino en España, Castellucci extraña poder disfrutar del baloncesto como lo hacía antes. Así lo comenta: "Cada vez que voy a una concentración veo las pistas de baloncesto y lo echo de menos". No obstante, la falta de tiempo con los entrenamientos no le permiten dedicarse a su otra pasión, la que tiene por el deporte de la canasta.

Sin embrago, la segunda línea está viviendo todo un sueño: "He pasado de estar viendo hace dos años en televisión a la Selección a estar entrenando junto a ellas. Es todo un privilegio para mí".

El futuro deportivo de la internacional va a seguir vinculado al rugby, deporte en el que aspira a llegar lejos, como sus compañeras de la Selección. "Me gustaría ser como mis compañeras y poder llegar a entrenar a su nivel", concluye a pocas horas de ponerse la camiseta de España.