Economía

Merkel ve "improbable" que la supervisión bancaria esté plenamente activa en enero

  • La canciller alemana se opone a que el mecanismo de control se ponga en funcionamiento sin estar al 100% porque podría minar la credibilidad de la UE.

La canciller alemana, Angela Merkel, consideró "relativamente improbable" que la autoridad europea que debe supervisar la actuación del sector bancario pueda estar a pleno rendimiento el próximo enero. En un encuentro con medios de comunicación, la jefa del Gobierno alemán reiteró las dudas aireadas este fin de semana por su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, sobre la posibilidad de que el supervisor bancario, integrado en el Banco Central Europeo (BCE), pueda entrar en funcionamiento a principios de 2013, como defienden varios miembros de la eurozona.

Merkel alegó que es "preciso" cierto nivel de "calidad" en el desempeño de las funciones de este nuevo organismo común para facilitar la unión bancaria y que alcanzarlo requiere un tiempo. A su juicio, la eurozona no puede "decepcionar a los mercados" proponiendo medidas y plazos para salir de la crisis que luego no puede cumplir, como ya ha pasado en repetidas ocasiones en el pasado. Este tipo de anuncios que posteriormente no se cumplen "ha dañado" la credibilidad de Europa, agregó la canciller alemana.

Schauble señaló en la reunión informal del Eurogrupo del pasado fin de semana que no cree que el BCE pueda comenzar a supervisar a la banca de la zona euro a partir del 1 de enero de 2013, como propone la Comisión Europea. Además, Bruselas apostó por que el BCE supervise a los 6.000 bancos de la eurozona, pese a la resistencia de Alemania, que prefiere que la vigilancia se centre en las entidades más grandes.

La creación del supervisor bancario único es un requisito previo para que el fondo permanente de rescate, el MEDE, pueda recapitalizar directamente a los bancos, tal y como se acordó en la cumbre europea de junio. Este paso beneficiaría a países como España, que se acogería a la recapitalización directa a través de la ayuda europea a la banca de hasta 100.000 millones de euros.

Merkel defendió también el plan de compra de bonos soberanos anunciado por el BCE, porque las perturbaciones en los mercados de deuda están dañando a la política monetaria. Indicó que en la actualidad el mercado de deuda padece "perturbaciones sistémicas", como reflejan los diferentes tipos de interés que pagan los distintos países de la eurozona por colocar sus bonos soberanos. La canciller argumentó que los tipos de interés de unos y otros "están ligados" y que esto ha dejado una "política monetaria perturbada", lo que justifica la intervención del BCE en el mercado secundario.

Merkel abogó igualmente por seguir adelante con los ajustes y las reformas en los países de la eurozona en crisis, a pesar de que estas medidas afecten negativamente al crecimiento en un primer momento.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios