El trigo duro andaluz va a tener que pelear para venderse fuera del mercado interior esta campaña. La pérdida de calidad y de precio con respecto al año pasado y las buenas cosechas que se esperan en los principales países clientes amenazan con dejar al cereal en stock.

Así lo informaron ayer los brokers, Luigi Vascello, director del VB; Philip Werle, director de Granofil, y Rodrigo Fernández Parladé, responsable de Pradifir, promotores de La Bolsa Andaluza de Trigo Duro, una iniciativa privada que se celebró por vez primera el año pasado con la voluntad de conectar a los comercializadores andaluces con los principales compradores del mundo y que se repite el jueves que viene en Sevilla.

Según los brokers, ya el año pasado no se cumplieron las expectativas de exportación que se tenían, a tenor de la excepcional cosecha, con unas 900.000 toneladas de buena calidad. "Las bajadas de precios hicieron que los productores guardaran y al final se quedaron con 500.000 toneladas en stock", explicó Werle. Este año ha habido una reducción de la superficie sembrada del 10% y malos temporales, por lo que se espera una producción de 550.000 toneladas y de peor calidad".

Además, "mientras que en la campaña pasada el trigo se vendía a 200 euros por tonelada, en la actual se sitúa alrededor de los 150 y se prevé que se facture no más de 136 millones, frente a los 200 millones de 2009, matizó Fernández. Pero el verdadero problema es que tanto Italia como Francia y el Norte de África -principales compradores- van a tener grandes cosechas que cubren su demanda interna, de modo que importarán poco, mientras que en Andalucía la producción de este año más el stock actual supera el millón de toneladas", señaló.

No obstante, no está todo perdido, ya que según indicaron los profesionales, el mercado de este cereal es muy volátil y un mal temporal en Francia mañana puede cambiar todo el panorama del mercado.

La Bolsa Andaluza de Trigo Duro reunirá en Sevilla a los jefes de compra de Barilla, De Cecco, Panzani (Grupo Ebro), Agnesi, Gallo y Canadian Wheat Board, entre otras empresas que controlan el 50% de la producción mundial de trigo.