Elecciones Municipales Granada 2019

Distrito Ronda de Granada: Historia de un barrio superviviente

  • Las principales arterias de entrada y salida de la ciudad se concentran alrededor de Camino de Ronda

  • Fígares susbsiste sin sitio para dejar el coche

En este punto confluyen Camino de Ronda, Recogidas, Pedro Antonio de Alarcón y Arabial, las arterias de la capital.

En este punto confluyen Camino de Ronda, Recogidas, Pedro Antonio de Alarcón y Arabial, las arterias de la capital. / Guille Martínez

Pasar con el coche por Camino de Ronda sigue siendo una sensación parecida a la que pudieron tener los habitantes de Dresde o Colonia después de ser reconstruidas. Las obras del Metro ejercieron como bombardero aliado en la principal arteria urbana de la capital. Casi seis años después de que los vehículos volvieran a circular por ella, el distrito sigue despertando de aquella pesadilla mientras otra realidad empieza a golpear: las consecuencias de tener bajo su suelo los raíles de los trenes ligeros.

De sur a norte, en Ronda se diagnostican diferentes identidades. No es lo mismo vivir en el Jardín de la Reina, donde se espera el acometimiento de las obras del eje Palencia-Arabial, que en la zona cercana a Pedro Antonio de Alarcón, que en los confines que linda con el barrio de La Rosaleda, donde el cartel de ‘x’ días sin tren ya no tiene quien le quiera.

A mitad de todo, sin llegar a la Glorieta de Arabial, y entre Pedro Antonio y Arabial, Juan Antonio tiene a su cafetería de bote en bote. Pero dice que no hay que dejarse llevar por las apariencias, que aunque Aroma y Sabor “no va mal, no es igual que antes de las obras”. Con el Metro, dice, han subido los precios de los alquileres, y que por eso ya no viven tantos estudiantes.

La reforma del eje Palencia-Arabial es objeto de debate entre vecinos, comerciantes y Ayuntamiento La reforma del eje Palencia-Arabial es objeto de debate entre vecinos, comerciantes y Ayuntamiento

La reforma del eje Palencia-Arabial es objeto de debate entre vecinos, comerciantes y Ayuntamiento / Guille Martínez

Ciertamente, Camino de Ronda se abrió sin inauguración oficial. La ciudad se hizo con la avenida casi sin preguntar, y los negocios volvieron a florecer antes de que se implantaran medidas de apoyo. “El Ayuntamiento organiza cosas de Plaza de Gracia para arriba, pero no por aquí. También nos faltan sombras. Hasta que no dan las ocho de la tarde, por aquí no pasa casi nadie”.

Donde no da el sol es por Pedro Antonio. Ni de noche ni casi de día. La voracidad urbanística de los años 60 modeló una calle hecha para el ocio nocturno, y que pervive entre alumnos de la UGR y muy pocos lugareños autóctonos. Fue imposible dar con uno. Quizás Alicia, de 22 años, que además de estudiar, trabaja, denuncia que “los caseros se aprovechan de los estudiantes para ofrecer pisos en mal estado, con pocas habitaciones, y muy caros”. Y a ello se le suma el ruido de la fiesta y una suciedad enquistada por cada shawarma desparramado en el suelo.

Las vías del AVE constituyen un muro que separa La Rosaleda de La Chana Las vías del AVE constituyen un muro que separa La Rosaleda de La Chana

Las vías del AVE constituyen un muro que separa La Rosaleda de La Chana / Guille Martínez

Emilio, Mayte y los clientes de la Cafetería Cámara, frente al Regina Mundi, se sincronizan para pedir más plazas de aparcamiento. Como en toda la ciudad. La clave, según el primero, es el arreglo del eje Palencia-Arabial: “Los vecinos piden aparcamiento libre, los comerciantes zona azul, y el Ayuntamiento propone hacerlo como en Camino de Ronda. Es de traca”.El Su esposa recuerda que cuatro años antes, Luis Salvador, entonces y ahora candidato de Cs, prometió una bajada de impuestos “que no ha hecho”.

Camino de La Rosaleda, donde las vías del AVE cicatrizan a un barrio cuyo aislamiento es un estigma, Emasagra reasfalta las calles que se cortaron por las obras del colector de aguas de Einstein, que llegan a su final.

Ya donde nacen los trenes rápidos, el silencio de la tarde se rompe con los jóvenes que vienen de sus facultades o acuden a entrenar al estadio de La Juventud, que aguarda las obras para terminar de volver a ser lo que fue. El soterramiento pervive latente. “Hay que esperar a este Gobierno”, dice Francisco Javier, de 36 años, que no vive aquí pero que es usuario habitual del estadio y está sensibilizado. Rocío, marbellí de 20 años, pide más luz, que “por las noches paso miedo”.

Estampa costumbrista en el barrio Fígares Estampa costumbrista en el barrio Fígares

Estampa costumbrista en el barrio Fígares / Guille Martínez

Ronda no es sólo una espina dorsal de asfalto. También guarda su pequeño pueblo interior en Fígares, donde para variar es imposible aparcar. No hay día que un vecino se queje de que la Policía multa “en vez de irse al polígono a arreglar problemas”, comenta Cecilio en Portón de Tejeiro. En las calles de Fígares huele mal, más en verano. Afán de Ribera mora a espaldas de Recogidas, que ejerce de muralla medieval y abre otro mundo al bullicio del centro. Se ha convertido en un pipican empedrado de cien metros.

La toma de agua de la Acequia Gorda en San Antón recuerda el pasado de un barrio donde la Alsina tenía sus cocheras y donde los niños se colaban en la fábrica del Gas Lebón, a la orilla del Genil, al que “tienen que limpiar más veces”, como pide Gertrudis mientras agarra una bolsa con frutas. Y limones, que favorecen la circulación. Ronda es el sistema sanguíneo de Granada.

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