El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, expresó ayer el temor de su partido a encontrarse en la Administración central, si gana las elecciones generales, "un agujero" que condicionará cualquier decisión presupuestaria o posibles ajustes.

Pons reiteró no obstante, en conferencia de prensa en la sede del Partido Popular, que en ningún caso habrá recortes en materias sociales o en colectivos como el de los pensionistas y se aplicará a pies juntillas lo que llamó "la ortodoxia presupuestaria".

Pons puso el énfasis en subrayar que todo dependerá de cómo se encuentre el PP las cuentas de la Administración. "Sobre lo que hagamos... Pues tendremos que ver qué hay en las arcas del Estado, porque visto lo visto en las comunidades autónomas heredadas no podremos hacer nada hasta que sepamos cómo están las arcas", resumió el portavoz del PP.

El PP tiene ya ultimado el programa electoral cuyo contenido debatirá en abierto durante la Convención de Málaga de este fin de semana y en el que destacarán, como principios inspiradores, la necesidad de establecer un nuevo marco laboral y de ajustar las administraciones públicas.

Aunque ninguna fuente lo confirma, parece probable que se incluirá en el programa la instauración del concepto de productividad como factor esencial para regular los salarios.

El vicesecretario de Comunicación del PP aseguró además que el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, "se sabe derrotado" y sugirió al PSOE que lo envíe "al corral" y elija a otro que "al menos aspire a empatar".

En la acera de enfrente, en Ferraz, el PSOE rematará esta semana la confección de sus listas electorales para los comicios, después de que su candidato pidiera este fin de semana que se les diera "una vueltita" para que hubiera más mujeres en los puestos de salida. Según aseguraron a Efe fuentes de la dirección del partido, las listas quedarán definitivamente aprobadas el sábado en el Comité Federal, sin que se produzcan cambios significativos respecto a las propuestas que llegan de las federaciones.

Mientras tanto, el candidato no para. Ayer, en Zaragoza, volvió a lanzar el mensaje sobre la necesidad de subir los impuestos del tabaco y del alcohol para hacer frente al déficit de la Sanidad, un ejercicio de "justicia redistributiva".

Rubalcaba, que participó tarde en un acto público con militantes y simpatizantes, reconoció que la Sanidad española tiene un déficit de 2.000 millones de euros y que para pagarlo hay que "pedir un esfuerzo a determinados sectores", en referencia a quienes fuman y beben. En este sentido, remarcó que hay dos posibilidades para asumir este déficit, "cerrar quirófanos" o pedir este "esfuerzo" a determinados sectores.