Vivica Genaux| Crítica

Vivica Genaux, cautivadora en los Arrayanes

Concierto ofrecido el domingo por Vivaca Genaux en el Patio de los Arrayanes.

Concierto ofrecido el domingo por Vivaca Genaux en el Patio de los Arrayanes. / Antonio L. Juárez/ Photographers (Granada)

El Festival de Granada, dentro de su programación de música de cámara en el Patio de los Arrayanes, ha traído a la mezzosoprano Vivica Genaux, una de las voces que mayor proyección internacional están teniendo en los últimos años. La cantante, cuyo registro vocal es tremendamente amplio y versátil, presentó un preciosista programa de temas con variaciones sobre cuatro canciones barrocas; un alarde de originalidad, virtuosismo y elegancia interpretativa.

 

Tal y como la propia cantante justificó en una de sus intervenciones, la idea de hacer un programa de variaciones surgió durante la pandemia, cuando los artistas tuvieron que reinventarse y explorar nuevas formas de expresión ante la etapa de barbecho que se le impuso al mundo cultural. Así se prueba la máxima de que de dificultad se saca virtud, pues el programa resultante es una deliciosa selección de canciones de los siglos XVIII y XIX articulado en cuatro secciones.

 

La primera sección se centró en la canción Nel cor più non mi sento, incluido en La Molinara de Giovanni Paisiello. Este aria, una de las más populares de la colección de arias antiguas que se recopilaron a comienzos del siglo XIX. La delicada línea melódica y los juegos rítmico-retóricos de la sección central. Precisamente esta cualidad retórica es el punto de inflexión en el que se fijaron autores como Giovanni Battista Velluti, Angelica Catalani, Giacomo Gotifredo Ferrari, Francesco Moriacchi, Maria Malibran o Fernando Sor, las plumas que firman las seis variaciones que Vivica Genaux interpretó, plenas de figuras ornamentales, alardes vocales y coloraturas de gran dificultad y no menos habilidad canora. A través de estos seis episodios en la evolución de la retórica tardo-barroca y clásica, la mezzosoprano desplegó su preciosa voz, plena de colores y matices, potente en los graves y ligera en las coloraturas virtuosísticas en el agudo. En todo momento estuvo acompañado a la guitarra barroca por Gigi Pinardi, un gran virtuoso que prestó su arte para desarrollar el imprescindible acompañamiento de la voz.

 

La segunda parte se centró en la canción Kennst du das Land, un lied perteneciente a la obra Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister de Goethe, al que se acercaron varios artistas durante el primer romanticismo. Partiendo de la versión que hizo Carl Friedrich Zelter de la canción, la mezzo exploró magistralmente la expresividad de la lengua alemana y la concepción expresiva del lied como recreación emocional de la lírica centroeuropea, oportunamente sostenida por la guitarra de Pinardi.

 

Venecia fue el hilo conductor de la tercera selección de canciones, iniciando su periplo en las Seis canciones venecianas con guitarra de Matteo Belilacqua. Vivica Genaux traspasó el Gran Canal para visitar lugares más remotos de la mano de Johann Simon Mayr, Charles Gounod y Reinaldo Hahn. Al igual que con la canción de Paisiello, la cantante demostró su dominio de la ornamentación y el fraseo tardobarroco, dotando de una frescura y un toque folclórico muy  a propósito para este repertorio de canciones venecianas.

 

La última sección del concierto se volcó en el mundo teatral, tan importante también en el repertorio lírico romántico. Así, la canción De’ sdegni tuoi mi rido de Michele Carafa sirvió como elemento de inspiración para Gaetano Donizetti, que la incluyó en su Lucrezia Borgia, y para Gioachino Rossini, quien la glosa en su Tancredi en la cavatina Di tanti palpiti. Tres ricas recreaciones de una melodía deliciosa, con modulaciones sorprendentes y elementos expresivos que aprovecharon Vivica Genaux y Gigi Pinardi para concluir su programa con el mejor lirismo belcantista.

 

La mezzosoprano lírica y su acompañante recibieron una prolongada ovación, que les obligó a salir a saludar hasta en cuatro ocasiones, persuadiéndoles para regalar dos bises, de por sí innecesarios ante un programa tan diverso y complejo, que no hicieron más que rubricar la calidad vocal y buen gusto de Vivica Genaux, su presencia escénica y la excepcional calidad técnica llena de contrastes de su voz.  Una velada singular que quedará en el recuerdo como uno de los repertorios más sugerentes y originales que el Patio de los Arrayanes hayan presenciado desde aquella mítica velada con Teresa Berganza, gran voz de la lírica española a la que se dedicó emotivamente este concierto in memoriam.

 

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