Opinión | Ricardo Flores | secretario general de CCOO Granada

Hacer visibles nuestras vergüenzas

  • El secretario general de CCOO quiere que la manifestación del 1 de mayo ataque la "normalización" de la precariedad

Ricardo Flores, secretario general de CCOO Granada.

Ricardo Flores, secretario general de CCOO Granada.

Hace días en la Caleta se celebraba juicio por un trabajador despedido de un supermercado simplemente por presentarse a unas elecciones sindicales para representar y defender a sus compañeros.

El fin de semana hicimos trámites para que no se vulnerase el derecho a huelga de las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio de un pueblo de nuestra provincia, el motivo es que llevan casi cuatro meses trabajando, pero sin cobrar sus nóminas.

En apenas un mes, hemos acumulado documentación y denuncias a un conocido establecimiento hostelero que contrataba a sus empleados por dos horas, dos horas a la semana, cuando trabajan todos los días a jornada completa.

El salario por tanto que perciben, al arbitrio del empresario, en negro, sin cotizaciones. La pasada semana lamentábamos la quinta muerte en el tajo en lo que va de año en Granada, la mayoría de ellas por falta de medidas de prevención. Estas que describo son apenas unas horas de trabajo en Comisiones Obreras cogidas al azar.

Están los que como siempre han hecho -no es nuevo- niegan el conflicto de clases. Sin embargo, este que describo es el día a día en una enorme cantidad de empresas de la provincia. La normalización que se hace de estas situaciones produce pavor y desazón.

Nadie vería normal la impunidad a un atracador que entra en nuestras casas o nos roba la cartera, y en cambio miramos a otro lado cuando nos roban el dinero por el valor de nuestro trabajo, nuestro tiempo o incluso nuestras vidas.

La normalización, el hecho de mirar a otro lado cuando conocemos estas situaciones, que todos las conocemos, es indecente. Como indecente es que no haya una solución por parte de la clase política.

En sus manos está, más control, más inspección de trabajo y cambios legislativos. La solución es sencilla pero como implica enfrentarse a importantes poderes fácticos, siempre se deja para otro día.

No está en los debates políticos, pero el problema es que tampoco en nuestras conversaciones en el bar. Parece una realidad que hemos decidido ocultar por incómoda pero que convive con nosotros cada día. A los sindicatos de clase nos resulta enormemente difícil hacernos escuchar en los medios de comunicación. No pagamos publicidad y las páginas de “Laboral” fueron sustituidas por las de “Sociedad”. Es algo que todos sufrimos, que sucede a diario, pero que mantenemos oculto como una vergüenza del siglo veintiuno.

Dobles escalas salariales para los jóvenes, brecha de género, discriminación a la población inmigrante, despidos injustificados, elecciones sindicales sin democracia e impuestas por el patrón, y así podríamos seguir la lista de situaciones que de manera cotidiana afrontamos en Comisiones Obreras.

Estas son nuestras peleas cotidianas y de casi todas salimos victoriosos, pero necesitamos hacerlas visibles, el eco y la fuerza que da la acción colectiva. Este primero de mayo es una buena ocasión para hacerlo.

Y lo haremos a ritmo de una banda de música que reivindicará por los trabajadores y las trabajadoras de la cultural, uno de los colectivos más precarios y a los que nadie pone el altavoz. La Orquesta Ciudad de Granada también nos acompañará exigiendo el futuro que les niega quien no cree en la cultura como motor de conquista social. Este primero de mayo, hazte oír con nosotros y visibiliza las vergüenzas de nuestra sociedad. Desequilibrar la balanza en favor de la clase trabajadora está en tus manos.

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