El 20 de noviembre ha perdido fuelle en la iglesia del Sagrario, donde tradicionalmente se reúnen los nostálgicos de la dictadura de Francisco Franco para rendirle homenaje cada año junto a José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange. Apenas 15 personas, la gran mayoría jóvenes,  han acudido hoy a la misa que cada año se celebra en su recuerdo y que hace décadas congregaba a centenares de personas y en ocasiones llegó a acabar en disturbios por la presencia de antifranquistas al mismo tiempo en la calles.

Pero este año la también tradicional manifestación contra la dictadura ha contado con varias decenas de personas, superando en número a los que se han acercado a la iglesia del Sagrario para un acto que tradicionalmente acababa con los presentes brazo en alto cantando el Cara el sol y con vivas a Franco y a José Antonio Primo de Rivera.

Ya el año pasado la misa tuvo menos afluencia en un día desapacible y de intensa lluvia. Este año ha habido menos asistentes aún en un día primaveral aunque con la gran diferencia de que hay un pandemia de por medio. Este año no ha habido ni siquiera ofrenda, tan sólo tímidos saludos fascistas a la salida.

Manifestación antiofascista.