Alertan del aumento de la adicción de los jóvenes a las nuevas tecnologías

Sin olvidar el peligro de la adicción al alcohol y a las drogas, fundamentalmente de diseño, hay una situación que preocupa, y mucho, a los expertos en tratar las adicciones y drogadicciones entre la población joven. Se trata de la dependencia de la población adolescente y juvenil a las nuevas tecnologías. Un peligro real que si hace unos años afectaba de manera testimonial a pocas personas, ahora se multiplica y corre el riesgo en convertirse en la primera adicción entre este grupo de población, según han advertido asociaciones de tratamiento y expertos y está recogido en el III Plan andaluz de drogas y adicciones, que se presentó ayer en Granada y que tendrá vigencia durante los próximos seis años para tratar y prevenir estas situaciones.

Según informaron ayer la secretaria general de Servicios Sociales, Purificación Gálvez, y el delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Higinio Almagro, hay asociaciones como Agrajer (dedicada a tratar las adicciones de los jugadores de azar, entre otros) que ya han advertido de este peligro y que dicen que las adicciones a las nuevas tecnologías son un peligro "preocupante" por los datos que están alcanzando. Y el problema es que hay mucha gente con esa adicción que no sabe de su problema. Además, cada vez se incorporan a tratamiento personas de menor edad.

Y eso sin olvidar el alcohol, "la sustancia que produce mayor adicción" y que también hay que tratar desde edades tempranas. En cuanto a las drogas, el cannabis y las drogas de diseño están repuntando y en las primeras posiciones.

Otra alerta importante que lanzan los expertos es precisamente la adicción a las drogas de diseño, con un 5% de prevalencia, por su "importancia dadas las consecuencias y los efectos secundarios que pueden tener entre la población" al estar alteradas, explicó Gálvez.

Ante esta situación, el III Plan andaluz de drogas tiene entre los jóvenes uno de sus objetivos prioritarios para incidir en la educación, la prevención y el tratamiento para retrasar las adicciones.

Las tres áreas del plan son, de esta forma, la prevención, la atención sociosanitaria y la recuperación e inclusión de las personas con adicciones.

Además, se va a revisar toda la red pública de recursos para dimensionarla y garantizar la accesibilidad e igualdad.

En Granada, con datos actualizados a final de abril, hay 4.478 pacientes en tratamiento por su drogadicción o adicción a sustancias en alguno de los 18 puntos de atención de la provincia, en los que trabajan un total de 109 profesionales.

Según Almagro, la red en Granada es "mixta con centros públicos y privados/concertados atendiendo a la universalidad, gratuidad, accesibilidad y equidad". Así, hay 11 centros de tratamiento (8 públicos y 3 privados concertados), una unidad de desintoxicación hospitalaria (que es una de las tres que existen en Andalucía y cuenta con un equipo de apoyo a la población reclusa), un centro de encuentro, una comunidad terapéutica, una vivienda de apoyo al tratamiento, una vivienda de apoyo a la reinserción y un centro de día.

El objetivo, entre otros, del plan, será revisar y hacer un "análisis y una nueva ordenación de recursos por si en alguna provincia hay áreas de mejora para que la oferta sea homogénea". Según Almagro, los recursos en Granada están "bien dimensionados" para atender la demanda existente y de hecho desde Granada se da respuesta a pacientes de otras provincias, como por ejemplo en la unidad de tratamiento hospitalario.

De las 4.478 personas en tratamiento, 3.760 son hombres y 718, mujeres, siendo aún la población masculina la que más riesgo tiene de adicciones y también la que más las presenta.

En Granada, sólo el año pasado hubo 2.366 nuevas admisiones a tratamiento, lo que supone el 11,4% del total de Andalucía.

Y hay un perfil claro en la persona con alguna adicción en Granada. Según el delegado, se trata de un varón, de unos 37 años, que consume sustancias psicoactivas (fundamentalmente alcohol y cannabis), desempleado, con estudios primarios y que acude por iniciativa propia a tratamiento. Un hecho, según los expertos, importante ya que cuando una persona con un problema de adicción acude voluntariamente a terapia, "el porcentaje de éxito es mayor que cuando obliga un juez o la familia".