Patrimonio

La Alhambra 'de los granadinos' vende 4.252 entradas en el puente

  • La Alhambra vive 'encerrada' otra fecha clave para el turismo con apenas unas miles de visitas de residentes en la capital, que son los únicos que pueden acceder hasta el lunes 9 de noviembre

Un visitante en la Alhambra durante este puente

Un visitante en la Alhambra durante este puente / Antonio L. Juárez / PhotographersSports

Este lunes era día de cumpleaños en la Alhambra, aunque había pocos invitados a la fiesta. El 2 de noviembre es cuando el monumento celebra su declaración como Patrimonio Mundial de la Humanidad por parte de la Unesco. Ayer debería haber soplado 36 velas por este acontecimiento que le llegó en 1984, pero no corren tiempos felices para el recinto que, quien lo iba a decir, tras años luchando por controlar el aforo echa mucho de menos a los visitantes. Y es que la Alhambra sin turistas y amantes de la arquitectura nazarí es mucho menos Alhambra.

Según fuentes del Patronato de la Alhambra y el Generalife, en este puente de Todos los Santos –otrora fecha de lleno hasta la bandera– se han vendido un total de 4.252 entradas entre los tres días desde el pasado sábado 31 hasta ayer. En otro fin de semana y el extra del festivo de imágenes inéditas con los palacios prácticamente vacíos en casi todas las horas del día y apenas unos miles de granadinos que sí han querido deleitarse con la visita al conjunto monumental.

Cabe recordar que la Alhambra tiene en la actualidad la limitación del aforo al 65% (este año parece imposible llegar al tope anual de asistencia de 2,7 millones de personas), aunque la limitación es mucho mayor con la provincia y sus respectivos municipios confinados y la única posibilidad de que saquen entradas los vecinos de la capital. Un tiempo extraño en el que la propia Alhambra invita a granadinos y residentes en la capital a ver la gran joya de su ciudad.

Eso sí, rememorando la obligatoriedad de usar mascarilla, gel hidroalcohólico, respetar la distancia social y seguir en todo momento las señalizaciones que el Patronato colocó por todo el recinto como medida de respuesta para las exigencias que propone la pandemia del coronavirus.

"En una Granada perimetrada. Una pena que sea sólo para los que vivimos en esta maravillosa ciudad. Y también, un privilegio", señalaba el político Juan Ramón Ferreira estos días en sus redes sociales sobre esta sensación agridulce que produce ver la Alhambra vacía (con todo lo que supone para la economía local) pero a la vez más accesible que nunca para la gente que la tiene cerca pero no acostumbra a visitarla ya sea por la fuerza de la costumbre o por la dificultad que tiene encontrar entradas cuando la situación es normal.

En resumen, ha sido un puente nefasto para el turismo granadino como cabía esperar y en el que además la fuerza de la pandemia no cesa y obliga a seguir siendo cautos.

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