Una deuda económica estaría detrás del supuesto homicidio del pequeño Alejandro, el niño de seis años que el pasado miércoles apareció muerto en la parte trasera del bloque en el que vivía tras caer del tercer piso, donde acudió a jugar con la niña de una pareja vecina.

Fuentes consultadas por este diario explicaron que ésta sería la principal hipótesis que aborda la investigación, si bien la Policía ha rehusado dar dato alguno debido a que la juez de Instrucción 3 de Granada, Aurora Fernández, decretó el viernes el secreto de sumario.

Tras declarar ante la magistrada, el matrimonio vecino de Molino Nuevo -formado por Joaquín M. M., un hombre de 54 años que cuenta con antecedentes penales por robo y por tentativa de homicidio y por M. A. G., de 36 y con problemas de adicción a las drogas- fue puesto en libertad con el cargo de homicidio, mientras que la niña, que al parecer acudió a la vivienda de Alejandro, que vivía en el primero, para pedirle que subiera a jugar con ella, está en un centro de menores. Precisamente se encontraba desde 2008 bajo la tutela de la Junta de Andalucía en un centro de régimen abierto, del que se fugó el 5 de abril para volver a su casa.

Según ha podido saber este periódico, una deuda económica pudo propiciar que los ahora imputados enviaran a la menor a buscar a Alejandro y que presuntamente, una vez arriba, lo retuvieran (una especie de secuestro) para forzar a sus padres a pagarles el dinero que les requerían.

Según han explicado varios vecinos y familiares, son varias las personas que subieron al tercero para buscar al niño, si bien "la mujer tardó más de tres minutos en abrir la puerta" y cuando lo hizo "estaba muy nerviosa" y "le dio una bofetada a su hija para que no hablara". Además, precisaron que "buscaron al niño por toda la casa aunque no miraron en una habitación", algo de lo que, en sus palabras, "estamos muy arrepentidos". También miraron, sin éxito, por los alrededores y, sin embargo, una vez que se personó allí la Policía, el cadáver del pequeño "apareció" bajo una ventana del tercero, en la parte posterior del edificio. Por eso, y porque al parecer el pequeño no podría haber subido sólo a la ventana, los vecinos creen que el matrimonio estaría implicado en la muerte del pequeño y, de hecho, la juez los ha imputado por homicidio.

Fuentes cercanas a la investigación indicaron que otros factores apuntarían la posibilidad de que la muerte del niño no haya sido accidental, como es el hecho de que la autopsia haya revelado que, al parecer, el deterioro de las uñas del niño evidencia que presentó oposición al ser presuntamente lanzado por la ventana. Fuentes de la Policía ni confirman ni desmienten esta información, si bien ya explicaron desde el principio que de lo que no hay duda es que se trata de un homicidio. Además, también precisaron que aunque la hija del matrimonio haya confesado su "coautoría" en la Fiscalía de Menores, es posible que la joven tratara de exculpar a sus padres admitiendo su implicación en la muerte del menor, dado que la legislación exime de responsabilidad penal a los menores de 14 años, que no pueden ser juzgados ni detenidos.