Semana Santa

Álvaro Abril y la Virgen del Amor y el Trabajo

  • El reconocido vestidor Álvaro Abril Vela narra sus vivencias en el mundo de la Semana Santa

  • "Si el vestidor carece de un profundo sentimiento religioso, creo que sería muy difícil alcanzar la excelencia"

Nuestra Señora del Amor y el Trabajo en el Devoto Besamanos en su honor, Viernes de Dolores 2024

Nuestra Señora del Amor y el Trabajo en el Devoto Besamanos en su honor, Viernes de Dolores 2024 / Antonio García - Creavisán (Granada)

Una noche de cuaresma cualquiera, en la intimidad de la Parroquia de San Juan de Letrán, se renueva el ritual que marca la inminente llegada de la Semana Santa. La Virgen del Amor y el Trabajo desciende de su camarín, y es portada hasta una de las dependencias de la cofradía que se transforma, algunas noches del año, en un oratorio privado. El eco de los rezos y las plegarias resuena en el inquebrantable silencio de la madrugada.

Las camaristas ultiman los preparativos para la próxima vestimenta. Son las encargadas de custodiar el rico ajuar que presenta la Stma. Virgen. La profusión de joyas y encajes refleja la devoción centenaria que atesora una de las dolorosas más reconocidas de la Semana Santa granadina. 

El vestidor de la Hermandad Ferroviaria, Álvaro Abril Vela, inicia un ceremonial que permanece invariable a lo largo de las décadas. Un cojín de terciopelo negro y galones dorados reúne los alfileres que sustentarán las mantillas y los encajes que conforman el tocado de la Sagrada Imagen. Ana es una de las camaristas veteranas de la cofradía. En cada vestimenta, se afana en cuidar al mínimo detalle cada uno de los bordados que se emplean.

Entre rezos, Álvaro Abril relata sus vivencias en el mundo de las cofradías. Su testimonio es una fiel muestra de la devoción que profesa.

-¿Qué vinculación mantienes con la Hermandad de los Ferroviarios?

-Mi vinculación con la Hermandad de los Ferroviarios es tremendamente estrecha. Desde que era adolescente, siempre he frecuentado la Cofradía. Uno de mis mejores amigos, el reconocido bordador Jesús Arco, me introdujo en la vida interna de la Hermandad.

Mi primer diseño fue el del paso de palio de Ntra. Sra. del Amor y el Trabajo. La primera vez que pongo unas flores en mi vida es aquí también de forma totalmente accidental, ya que el florista no pudo venir ese día. A raíz de ahí, me convertí en florista paulatinamente.

Una gran cantidad de amigos y vivencias, y todas en torno a la que los une a todos. Le tengo un especial cariño a la Virgen del Amor y el Trabajo.

-¿Cuáles fueron tus inicios en la profesión? ¿Cómo empezaste a interesarte por el mundo de las vestimentas?

-Creo que fue de una forma prácticamente innata. De manera natural, empiezo desde que era pequeño a vestir los juguetes playmobil, hasta cualquier cosa que salía de mi imaginación. Intentaba hacer vestimentas. Por eso creo que es algo  que es totalmente innato en mí. 

Como vestidor comienzo realmente en el pueblo de mi padre con tan solo trece años. La Virgen de los Dolores la vestían las mujeres del pueblo. Mi abuela me llevó y, de forma totalmente casual, terminé vistiéndola. A los quince años, la Cofradía de la Esperanza de Motril me designó como vestidor de la Virgen.

-¿Tuviste algún mentor?

-Nadie. He sido totalmente autodidacta desde siempre.

-¿Álvaro Abril reza mientras viste a sus devociones?

-Sí, por supuesto. A mis grandes devociones y a las que no también. Me gusta siempre de forma interna, tener unas miradas y unas palabras con las Imágenes que visto.

-¿Cómo es el ritual de vestir a una Imagen?

-El proceso va desde el cuidado de la ropa por parte de sus camareras, la colocación de las enaguas, la saya, se elabora el tocado y se finaliza con el pollero, el manto y las joyas. Lo que es la ceremonia en sí,  cada hermandad lo estipula de una manera totalmente diferente. Tiene encanto el hecho de que cada cofradía tenga su propia identidad.

-¿Qué cualidades debe tener un buen vestidor?

-Debe de ser una persona perfeccionista, creativa y que tenga fe. Si el vestidor carece de un profundo sentimiento religioso, creo que sería muy difícil alcanzar la excelencia. Debe de haber un toque de alma, que sea el que conecte con el devoto de la Imagen. Creo que es imprescindible.

-El vestidor, ¿se nace o se hace?

-Se nace, estoy convencido.

-¿Tienes algún referente en el mundo de las vestimentas?

-Sí, por supuesto. Mis grandes referentes clásicos son Pepe y Antonio Garduño. En la actualidad, uno de mis referentes es José Carlos Gutiérrez, vestidor de la Esperanza de la Yedra de Jerez de la Frontera, entre otras. 

-¿Recuerdas de manera especial alguna de las vestimentas que has hecho? ¿Cuál recuerdas con más cariño?

-Siempre hay vestimentas que se recuerdan con un cariño muy especial, tanto por los recuerdos personales que engloban a la vestimenta como por la sensación que causó el resultado final. Incluso hay vestimentas que redescubren imágenes.

La primera vez que vistes una nueva Virgen se produce un cambio tremendo. Hay vestimentas que producen un antes y un después en el propio estilo de la Imagen, porque se da en el clavo y a partir de ahí se sigue una nueva línea estética. Incluso recuerdos que no puedo contar en público pero que se quedan en mi memoria para siempre. 

-¿Has notado una evolución en las vestimentas de las dolorosas de la Semana Santa de Granada en los últimos años?

-He notado una evolución tremenda y brutal. Creo que a día de hoy, Granada es la ciudad donde mejor se viste de Andalucía. No tenemos prácticamente ninguna Imagen que se pueda decir que está mal vestida, y las demás están  todas entre el notable y el sobresaliente. Tenemos una gran cantidad de vestidores que tienen unas manos excelentes, una técnica impecable y estamos a la cabeza en vestimentas.

-¿Se pone suficientemente en valor tu profesión?

-Creo que hasta hace poco tiempo no estaba en valor, pero a día de hoy si que se valora mucho nuestra profesión. Todas las hermandades buscan la excelencia, por eso contactan con los mejores vestidores de cada lugar. Incluso algunos viajamos lejos justamente porque las hermandades van en busca de lo mejor para sus Imágenes.

-En cuanto a tu faceta de diseñador ¿Qué te sirve de inspiración para crear tus diseños?

-Me gusta basarme en las señas de identidad de cada localidad o provincia. Si la Hermandad ya tiene una línea estética marcada la continúo, pero cuando una Cofradía no está muy definida intento ser totalmente innovador. 

-¿Hay alguna Imagen que no hayas vestido y tengas especial interés?

-Me encantaría vestir a la Virgen del Dulce Nombre de Granada.

-¿Y qué consejo le darías a los jóvenes que quieran dedicarse a la profesión de vestidor?

-Que se unan de forma discreta siempre a las Hermandades desde dentro, y vean como se viste la Virgen desde las propias cofradías y no desde fuera, que creo que es como muchos buscan erróneamente introducirse en este mundo.

Al término de las palabras de Álvaro, Ntra. Sra. del Amor y el Trabajo es portada por los hermanos de la corporación hasta el paso de palio. Los cofrades ferroviarios se funden en el rezo de la salve, que marca el final del ritual. El gran palio negro alberga una de las devociones más consolidadas de la ciudad.

Restan horas para un nuevo Viernes Santo, en el que Granada ofrecerá su más sentida plegaria a la Virgen del Amor y el Trabajo.

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