Anadir frena la investigación de los niños robados hasta que la Fiscalía le dé instrucciones
La asociación en defensa de los menores perdidos dice que no se les ha comunicado la imposibilidad de analizar los casos juntos
La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares, Anadir, se negó ayer a valorar la decisión de la Fiscalía de investigar por separado el robo de niños durante el franquismo, los primeros años de la democracia y hasta la década de los ochenta. Dicen que nadie de la Fiscalía se ha puesto en contacto con ellos para comunicarles verbalmente esta decisión y, por tanto, aseguran que no harán ningún tipo de declaración ni tomarán ninguna decisión sobre los casos hasta que reciban una notificación personal.
"No tenemos contestación de la Fiscalía, ni al presidente ni a ninguno de los 260 denunciantes", explican desde la asociación Anadir, desde donde negaron ayer cualquier tipo de valoración sobre la mediática decisión. Sin embargo, los medios de comunicación nacionales han recogido incluso los argumentos de la Fiscalía para tomar esta decisión. Dicen que no hubo una mafia organizada que trabajara coordinada en todo el territorio nacional y por eso, aunque aún estudia el asunto, su actuación previsiblemente consistirá en derivar cada caso concreto a la Fiscalía territorial que corresponda. Fuentes fiscales aseguran que la Audiencia Nacional sería el único órgano con competencias en todo el Estado para realizar una investigación como la solicitada.
La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares presentó el pasado jueves ante la Fiscalía General del Estado en Madrid una demanda colectiva que agrupaba a más de 200 afectados procedentes de toda España por las tramas de 'niños robados'.
Los miembros de la asociación, representada por el abogado Enrique Vila, acudieron a la sede de la Fiscalía portando pancartas en las que se denunciaban la existencia de unos 30.000 casos relativos a la sustracción de niños recién nacidos en diversas clínicas, a cuyos progenitores se les comunicaba su fallecimiento, y que eran entregados a otras familias previa falsificación de los documentos necesarios.
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