El chocolate es para muchos un placer muy deseado. Bonnoir es un rincón especializado sólo en este producto, más de 120 sabores diferentes que se derriten en la boca. Desde flores a guisantes bañados en cacao hacen las delicias de los amantes del dulce. María Jesús Almagro es la dueña de esta tienda, ubicada en la plaza Bib-rambla, y señala que lo más importante para ella, desde que abrieran sus puertas hace ya tres años, es el chocolate y su calidad. "La idea es trabajar con el mejor chocolate, está bien ser originales pero sin perder la calidad".

La pimienta, la sal, el azahar o el maracuyá se mezclan con el mejor cacao para dar lugar a cientos de bombones distintos, con el sello de identidad que siempre tiene un producto hecho artesanalmente.

María Jesús explica además que para ella el estuche de los chocolates no es lo más importante. "El envoltorio no puede desprestigiar el producto, pero tampoco destacar más que él, quiero que los clientes comprueben que aquí lo realmente valioso es el chocolate, no la caja".

Además de los productos habituales, durante la Navidad también elaboran turrón de chocolate o figuritas con motivos navideños, que se unen a otros especiales como la mermelada y la piruleta de chocolate, o el bombón de verano, que aunque se comercializa durante todo el año, tiene unas características que le permiten mantener su calidad con temperaturas bastante elevadas.

Para su creadora la mayor satisfacción es comprobar que sus clientes aprecian su chocolate. El objetivo: que disfruten del mejor cacao, sin grasas ni harinas, tratado con el mayor cariño y ofreciendo toda la calidad. Un paseo por la historia del chocolate, para endulzar a todos.