Sucesos

Cae una banda que traía familias enteras de Marruecos y las regularizaba con contratos falsos de trabajo

  • La Policía Nacional ha detenido a los cuatro integrantes del grupo, un padre e hijo empresarios agrícolas y a un abogado y su pasante, de origen marroquí

Un agente de la Policía Nacional dentro de su vehículo

Un agente de la Policía Nacional dentro de su vehículo / G. H.

Una banda que traía familias enteras de Marruecos con contratos de trabajo y altas a la Seguridad Social falsos ha sido desmantelada por la Policía Nacional en Granada. Los presuntos delincuentes que han sido detenidos son un padre y su hijo, empresarios agrícolas y un abogado y su pasante, una mujer de origen marroquí.

La investigación se inició a finales de 2018 cuando se detectó en la Oficina de Extranjeros de Granada un elevado número de solicitudes de contrataciones en origen de ciudadanos magrebíes. Eran llevadas a cabo por parte de varias empresas agrícolas pertenecientes a una misma familia de una localidad de la Comarca del Marquesado cercana a Guadix.

Las primeras pesquisas de la investigación pusieron de manifiesto que los empresarios, padre e hijo que disponían de maquinaria agrícola con la que trabajaban en tierras propias y prestaban servicios a terceros, no tenían ningún trabajador extranjero marroquí contratado y, además, se daba la circunstancia que existía una estrecha relación con un bufete de abogados de Granada, en el que trabaja como secretaria una mujer de origen marroquí. También, dicho despacho actuaba como representante en todos los expedientes de regularización de los ciudadanos extranjeros.

A principios del mes de Junio de 2019, se llevó a cabo una actuación conjunta entre la Policía Nacional y la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, en las explotaciones agrícolas y en un domicilio.

Fruto de la operación se ha descubierto que un total de 20 ciudadanos marroquíes habrían logrado obtener de modo ilegal autorización de residencia y entrada en territorio nacional, con falsas ofertas de trabajo y altas ficticias en la Seguridad Social, además de otros 22 expedientes que están en trámite.

Según explica la Policía Nacional la avaricia de uno de los empleadores quedaría demostrada porque uno de ellos, en situación de jubilado (él y su esposa también eran benefactores de la Ley de la Dependencia) tenía contratada a un mujer, a través del Ayuntamiento de la localidad donde residía, cuatro horas diarias.

Además habría hecho contratos de trabajo de falsos empleados de hogar a seis ciudadanos marroquíes que lograron regularizarse en fraude de Ley.

Los falsos empleadores, que resultaron detenidos, cobraban una cantidad variable entre 5.000 y 8.000 euros a los padres de cada extranjero a los que supuestamente contrataban. Aprovechaban una excepción legal, que permite dar derecho de residencia a esposos e hijos mayores de edad y así habrían llegado a traer en algún caso hasta cinco hijos de una misma familia. El montante económico se lo repartían porcentualmente los cuatro miembros de la organización.

Para poner en marcha la tarea, la organización necesitaba a alguien con conocimientos jurídicos, por lo que entran en escena un abogado con despacho profesional cercano a la Oficina de Extranjería de Granada y su empleada. Esta conocía el idioma y hacía la captación e, incluso, propuso a los empresarios traer a sus familiares.

A petición de la Policía Nacional, la Oficina de Extranjeros de Granada ha denegado todas las autorizaciones de residencia en trámite y la extinción de las concedidas y a su vez la Tesorería de la Seguridad Social ha decretado la nulidad, por ficticios, de los periodos de alta en Seguridad Social de los falsos trabajadores e impuesto órdenes de detención a un elevado número de ciudadanos extranjeros, tanto a los regularizados de modo ilegal, como a sus padres que dieron derecho en fraude de ley, algunos de los cuales ya han sido detenidos, continuándose la investigación sobre los hechos descritos anteriormente.

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