"Caja Rural nunca ha tenido en su historia un nivel tan alto de solvencia y liquidez"

El presidente de la entidad, que cumple en abril su primer año de gestión, destaca la "obsesión" por diversificar la inversión y por huir todo tipo de concentraciones como factores claves del éxito de la Caja en este primer "año negro" de la crisis

Antonio León, en la sede de Caja Rural de Granada.
Magda Trillo / Granada

18 de enero 2009 - 01:00

El próximo mes de abril cumple un año como presidente de Caja Rural de Granada, un periodo "complicado" desde el punto de vista económico y mucho más para una entidad financiera que ha tenido que hacer frente a una crisis interna. Despejada toda sombra de duda sobre la legalidad de las elecciones que lo situaron al frente de la entidad y superada "por completo" la inestabilidad, Antonio León destaca los "envidiables" datos de solvencia, liquidez y morosidad con que la cooperativa cerrará el ejercicio y que avalan las estrategias de gestión desarrolladas en los últimos años. El control y la diversificación de la inversión, una de las claves del éxito de una entidad que, de momento, nada tiene que temer a las polémicas fusiones.

-¿Qué balance hace de estos primeros meses como presidente de Caja Rural de Granada?

-La verdad es que muy positivos. Desde el punto de vista institucional, creo que hemos conseguido eliminar la inestabilidad. En un año se han dado grandes pasos en el sentido de tranquilizar y alinear a todo el personal, más aún en un momento en el que la situación económica no ha acompañado. Con todo, lo que a mí me preocupaba más -y me sigue preocupando- son los problemas internos, que seamos capaces de resolverlos. Ahora, el cien por cien de los trabajadores estamos volcados en la calle, en el mercado, en nuestros clientes.

-¿Cómo surge la posibilidad de encabezar una candidatura? Da la sensación de que es usted una persona muy discreta y poco amiga de los protagonismos...

-¡Porque me dejé convencer! Lo que pesa en mi decisión es que hay mucha gente que entiende que debes estar y que se crean muchas expectativas... Vi que tenía que dar el paso.

-Entendió que era mejor para la entidad que para usted...

-Desde el punto de vista personal jamás hubiera aceptado.

-Su incorporación como presidente Consejo Rector de la Caja se produce justo en el momento en que salta la crisis financiera. ¿Cómo ha vivido este año negro?

-Lo hemos sobrellevado francamente bien. De hecho, aunque no tenemos todavía los datos del cierre, podemos avanzar ya que, si bien el crecimiento en inversión va a ser muy plano, no será así en recursos de clientes, solvencia y liquidez. Probablemente, en toda la historia de la Caja no hemos estado nunca tan bien en estos aspectos. Respecto a la otra ratio conflictiva, la morosidad, vamos a cerrar el ejercicio en torno a un 2,2%, lo cual supone estar muy por debajo de la media del sector.

-Toda la crisis se suscita a partir de la caída del sistema financiero. ¿Hay en España alguna entidad que se haya afectada? Caja Rural parece que se ha mantenido al margen...

-En España no hay ninguna entidad financiera realmente afectada. Hay entidades más o menos comprometidas, donde el sector inmobiliario pesa más o menos, pero como entidad afectada por la crisis no hay ninguna y no creo que las haya.

-Sólo salpicadas…

-Claro, la crisis al final se traslada a todo el sector.

-¿Y cómo se traslada al financiero?

-Con un incremento de la morosidad muy importante, con una falta de liquidez para algunas de las entidades y, más adelante, podría afectar a la solvencia. Pero en estos momentos creo que no hay ninguna entidad que vaya a cerrar 2008 con problemas serios de solvencia.

-¿Qué ha hecho bien Caja Rural en este tiempo para poder cerrar el ejercicio con tanta solvencia?

-Controlar muy mucho la inversión. Fruto de eso son las ratios que presentamos en morosidad y la liquidez que tenemos. Hemos estado siempre muy ligados a un sector muy tradicional nuestro como es el agrario y no hemos corrido grandes aventuras en otros sectores como el inmobiliario. Pero de destacar algo, lo más importante ha sido que se ha controlado mucho la inversión: qué se daba y a qué sectores iba dirigido. Ha sido una obsesión de la Caja y, sobre todo ahora lo es, tener una inversión muy diversificada y huir de concentraciones tanto en sectores, como en localidades, grupos empresariales…

-¿Cuáles son las perspectivas para 2009 de la entidad?

-Si hacemos casos a las previsiones que nos llegan por parte de expertos y economistas, el año económico va a ser muy duro. Pero como entidad financiera estamos convencidos de que lo vamos a llevar bien.

-¿En qué fortalezas o estrategias basa tales expectativas?

-Creo que las fortalezas de la Caja están en el personal (en lo implicado que está en su empresa), en la cuota de mercado que tenemos en el sector agrario y en la fidelidad de nuestros más de 93.000 socios y más de 530.000 clientes.

-Como debilidades, la fusión vuelve a defenderse como oportunidad para afrontar la crisis con mayores garantías...

-A nosotros, el tamaño y la dimensión, hoy por hoy, no nos preocupa. Además, tenemos detrás el Grupo de Cajas Rurales y Empresas Participadas que nos prestan todos los servicios que realmente necesitamos. Por tanto, desde ese punto de vista no echamos en falta absolutamente nada.

-¿Barajan ustedes algún tipo de fusión?

-Ahora mismo Caja Rural de Granada no está envuelta ni pensando en fusiones con nada ni con nadie. Sí estamos muy implicados como Caja en reforzar lo que es el grupo a nivel de nacional de cajas rurales y sus empresas participadas.

-¿Cómo ve la propuesta de la Junta de la caja única?

-Entendemos que el presidente de la Junta vea oportuno una caja y, si las entidades financieras están de acuerdo, nos parece bien. Si el proyecto satisface a todas las cajas y si es un proyecto empresarial…

-El asunto es si no lo es.

-Aunque es un cuestión que yo no puedo valorar.

-¿Beneficiaría o perjudicaría una hipotética fusión a Caja Rural?

-En principio no tiene por qué perjudicarnos. Lo que sí tenemos claro es que preferimos entidades andaluces a foráneas.

-En estos momentos, una de las principales críticas de familias y empresas son las dificultades para conseguir créditos. ¿Cuándo se va a abrir el grifo?

-Nosotros no estamos adoptando criterios diferentes a la hora de conceder préstamos respecto a los que teníamos.

-Pero los préstamos han disminuido mucho en los últimos meses…

-Lo que sí es muy cierto es que ha disminuido las solicitudes. Y sí ha hay un sector, el inmobiliario, que tiene mucho peso en la provincia y en el que sí se han endurecido los criterios. Pero por unas razones obvias y de mercado: qué sentido tiene seguir apostando y apoyando mediante inversión un sector si no tiene salida al mercado.

-¿Pero no el caso, por ejemplo, de préstamos hipotecarios?

-Desde nuestro punto de vista, no. Nuestros criterios para conceder a familias, pymes, salvo el sector inmobiliario, no se han modificado.

-En Granada casi 22.500 personas han perdido su empleo en un año. Muchas de ellas del sector inmobiliario y con difícil recolocación...

-El paro es en realidad la tragedia de la crisis. Y es verdad que será complicado recolocar a todas esas personas, sobre todo cuando vienen de un determinado sector y que requiere un determinado reciclaje. Además, hay algo claro: el sector inmobiliario nunca va a ser el mismo. Se recuperará y será un motor importante de la economía, pero no creo que vaya a ser tan vital como ha sido en esta última fase de expansión.

-¿Habría que apostar más por la internacionalización?

-Por más que nos empeñemos, en Granada no somos diferentes al resto de Andalucía ni al resto de España. Lo que sí es evidente es que hay un sector servicios con un peso muy importante; hay un sector industrial con un peso muy por debajo de la media del resto de España y ahí es realmente donde están los desequilibrios. En general, yo creo que no hay diferencia ni a nivel de empresa, ni a nivel de sectores…

-En el caso del turismo, ya empieza a observarse síntomas de que no es infalible...

-La crisis termina afectando siempre a todos los sectores. Antes o después tenía que llegar al turismo. A medida que se incrementa el paro y hay dificultades en otros sectores, todo lo que es ocio y servicios, y por supuesto el turismo, se verá afectado. Y probablemente el peor año será este 2009. Psicológicamente, pensamos que las cosas pueden ir a peor y se opta por ahorrar. No se consume. Estoy convencido de que este verano va a ser el que más se va a notar en el caso del turismo.

-¿Qué opina de las medidas anticrisis puestas en marcha por las administraciones? ¿Han llegado tarde?

-Pensar que se ha llegado tarde no tiene sentido. Las medidas son las que son, son las que hay y lo importante, más que distraernos en criticar o en ver si hay otras mejores, es aprovechar lo que nos dan. En concreto, para el sector financiero, han sido muy positivas en la medida en que se ha inyectado liquidez y han facilitado que se mueva el dinero pese a que diga la gente que no.

-Junto al paro, otro de los dramas de esta crisis son los desahucios. ¿Se ha notado mucho?

-En Granada no se está notando. Creo que las entidades financieras en general, y en concreto la nuestra, antes de llegar a eso estamos dispuesto a negociar cualquier tipo de subvención y de planteamiento. No hay nada más triste y más desagradable para una entidad que llegar a esos términos de desahucio. Desde luego nosotros no hemos llegado y esperamos no tener que llegar.

-¿Han observado algún cambio en las tendencias de ahorro?

-Realmente, sabemos que se ahorra más, pero todavía no se percibe. Se notará a más largo plazo.

-En cualquier caso no se están llevando el dinero a su casa…

-No, afortunadamente, ese miedo se paró con la medida del Gobierno de garantizar los depósitos. En cualquier caso, si hay un disparate es llevarse el dinero a casa. Cualquier entidad financiera es más segura que una casa. Y tener el dinero en nuestra vivienda lo único que hace es provocar que se incrementen los delitos contra la propiedad privada de forma abismal. Ése es el mayor disparate que un ahorrador, un pensionista, un ama de casa... que nadie pueda hacer.

-Solbes ya ha reconocido que el déficit en 2009 superará el 3% y en los próximos ejercicios será "sustancialmente superior"...

-Y eso lo que está haciendo es hipotecando a nuestros hijos y nuestros nietos. El déficit, antes o después, tendrá que pagarlo alguien.

-Parece que no hay más salidas.

-No, no hay otra salida.

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