Movilidad

Cambio histórico en los autobuses de Granada: de la Rober a ‘la Alsa’

  • La multinacional de capital británico y con sede en Madrid adquiere por 13 millones de euros la empresa de transporte urbano de la ciudad

  • Lo hace a falta de poco más de un año para la licitación de la concesión del nuevo contrato del autobuses de la capital

Un bus metropolitano de Alsa y uno urbano de la Rober se cruzan en la Plaza de San Isidro

Un bus metropolitano de Alsa y uno urbano de la Rober se cruzan en la Plaza de San Isidro / Antonio L. Juárez (Photographerssports)

58 años, 9 meses y 8 días después, Granada cambiará de empresa de autobuses. La Rober empieza a ser historia en la ciudad después de que la multinacional Alsa, la misma que presta buena parte de los servicios en el Área Metropolitana, y la misma que opera las conexiones entre otras ciudades como Madrid o Málaga, anunciara ayer la compra de la histórica compañía de transportes de la capital por unos 13 millones de euros. La transición comenzó en la misma jornada de ayer y la compañía mantuvo ya reuniones con el personal, aunque la cita con quien tiene la sartén por el mango, el Ayuntamiento de Granada, aún no tiene fecha. La empresa de origen asturiano pero actualmente con sede en Madrid, llega a la ciudad con la intención de modernizar el servicio, desde la renovación de la flota a la innovación en los métodos de pago, y aumentar los canales de información, entre otros puntos que tendrán que consensuarse con el Consistorio.

La liebre saltó a primera hora de la mañana cuando Alsa, acrónimo de Automóviles Luarca SA y que da fe de su origen asturiano, anunció en un comunicado la adquisición de Transportes Rober dentro de su "estrategia de crecimiento en el segmento de la movilidad urbana y metropolitana". Ya desde las seis de la mañana de ayer, el equipo de la compañía en Andalucía se encontraba en la sede central de Rober iniciando el proceso de transición y de adaptación a los sistemas de Alsa. También representantes de la empresa de reunieron con persona de oficina y administración durante la jornada matinal y por la tarde con el comité de empresa. Hoy seguirán los movimientos con un reunión con representantes sindicales a nivel provincial y una primera toma de contacto con el Ayuntamiento.

En la misma nota de prensa la empresa anunció sus intenciones con la implantación de un "completo plan de modernización y mejora de la calidad del transporte urbano de Granada". Este consistirá en ir introduciendo una flota ecológica de autobuses, dar una mayor facilidad en los métodos de pago, mayor información al usuario en tiempo real, mejorar los elementos informativos, las redes sociales, y la formación del personal. Los ciudadanos se "beneficiarán de soluciones de movilidad más integradas y coordinadas entre las líneas urbanas y las metropolitanas, lo que hará más atractivo y facilitará el uso del transporte público", añadió Alsa.

El desembarco de la compañía, con sede en Madrid, en Granada llega en un momento crucial para la movilidad de la ciudad el Cinturón, donde en apenas dos semanas se han convocado los concursos para redactar los proyectos de ampliación del Metro, y a dos años para que se convoque el concurso para la renovación del contrato para el servicio público de autobuses de la capital, prevista para antes de diciembre de 2022. A esta tendrá que presentarse Alsa como es preceptivo, y más tras este movimiento empresarial que le da a la multinacional cierta ventaja ya que tendrán la experiencia de haber ya operado en la ciudad en este cerca de año y medio que tendrán por delante hasta antes del concurso.

De todas formas, tanto desde el Ayuntamiento como desde la empresa se desvincula este movimiento del futuro contrato de concesión. Es más, el concejal César Díaz, hasta hace poco delegado de Movilidad del anterior equipo de Gobierno, explicó ayer en rueda de prensa que la comisión de grandes contratos de la ciudad, donde se incluye el del servicio público de autobuses, continuará con su "hoja de ruta" a pesar de este nuevo escenario. Es decir, primero decidir si la ciudad recupera el servicio o lo sigue concediendo a una empresa externa (un paso para el que ya se han tenido reuniones y que estaba previsto debatirse en el pleno del mes de julio); segundo elaborar el plan de reconversión de la flota, y tercero, elaborar los borradores de los pliegos y la licitación para el concurso en caso de llevarse a cabo.

Aun así, fuentes municipales consultadas no esconden que la compra de Transportes Rober por parte de Alsa era algo casi que deseado, una oportunidad que puede suponer una "revolución" que dará al transporte "un concepto metropolitano". La empresa asturiana opera casi todas las líneas de bus desde la capital al Cinturón y su entrada en el entramado de la capital aumentaría la opción de crear líneas coordinadas interurbanas. Alsa controla 51 de las 70 líneas de autobús metropolitano de Granada, un 73%, a través de Tranvías Metropolitanos de Granada, Bus Metropolitano de Granada, Nex Continental Holding, y Granada Airport, que pertenecen a este grupo empresarial.

Además, la nueva empresa cuenta con el músculo suficiente para acometer inversiones pendientes como renovar la flota hacia una más ecológica, ampliar los métodos de pago y sobre todo mejorar la interacción y la información con los usuarios. Alsa ya opera ya en Almería, por lo que Granada será la segunda capital andaluza donde preste estos servicios. También funciona como operador en las principales capitales de Marruecos, y en España en Oviedo, Bilbao, Palencia o Cartagena. Pese a que todo parecen ventajas, las fuentes consultadas indican que esta compra no le garantiza a Alsa quedarse con el futuro contrato del transportes urbanos de la ciudad.

La decisión tampoco ha gustado a todos en la Plaza del Carmen. De hecho, el primero el pronunciarse sobre este movimiento fue el concejal de Podemos-IU, Antonio Cambril, lamentó que, "mientras el Ayuntamiento es la casa de los líos y sus dirigentes están peleando por sillones, Granada se queda impávida mientras se disparan las privatizaciones de los servicios públicos y avisa de que lo más probable es que el siguiente contrato de transportes acabe, por desgracia para las arcas granadinas y la ciudadanía, en manos esta multinacional".

"Granada nos parece una ciudad atractiva en la que hay mucho por hacer", comentó a esta redacción Valeriano Díaz Revilla, director de Alsa Andalucía, que insistió en todo momento con que todas las decisiones que tomen se harán de forma consensuada con el Ayuntamiento de la capital. A partir de ahí, "vamos a trabajar mucho para establecer una red de transportes, una intermodalidad interesante para que la gente vea un servicio eficiente que deje el coche en casa", añadió.

Los cambios se irán viendo poco a poco. Alsa quiere colocar ya los logotipos de la empresa en los autobuses aunque de forma discreta en los autobuses rojos de la capital, "algo para salir del paso", según comentó Díaz, y que estos también empiecen a aparecer en los uniformes del personal de verano. También se barrunta un cambio de diseño, aunque el Ayuntamiento no tiene intención de cambiar el rojo tradicional.

Una nueva era. Ya serán los granadinos los que se tengan que acostumbrar a decir 'el Alsa' (o 'la Alsa') en vez de 'la Rober'. Es normal después de que el 1 de noviembre de 1962 los primeros seis autobuses Pegaso de la empresa madrileña, del total de 20 de nueva fabricación que vinieron después, empezaran a reforzar el servicio entre el centro y La Chana.

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